La Audiencia Provincial de Valencia ha absuelto a dos policías
nacionales acusados de excederse en sus funciones en una
actuación que terminó con la detención de un músico valenciano
a la que habían pedido que se identificara tras sorprenderle
arrojando papeles al suelo desde el coche que tenía
estacionado en una calle sin salida, en una zona habitual de
tráfico de drogas.
La Sección 5ª considera que existen versiones contradictorias
sobre lo ocurrido aquel 25 de marzo del 2013 cuando el
denunciante mostró sus discrepancias con la actuación de los
agentes, que estaban registrando el vehículo, y fue detenido.
"Valorando y ponderando las diferentes versiones
contradictorias entre los acusados y el denunciante, dando el
mismo valor y verosimilitud a ambos, el hecho no queda probado
ni demostrado", recoge la sentencia, de la que ha sido ponente
el magistrado José Luis Rubido.
La Sala insiste en que "no se pudo demostrar cuál de las dos
versiones enfrentadas entre los acusados y el denunciante M.
L. G. es la real y verdadera; en todo caso, los acusados,
agentes de Policía Nacional, estaban actuando de servicio, en
el ejercicio de sus funciones, y están legitimados para
detener".
Añade que los policías "alegaron recibir un empujón del
denunciante por lo que su actuar lo era en evitación e
investigación de un supuesto delito o falta (delito leve)" y
concluye que "nada irregular se advierte ni se prueba del
actuar el día de los hechos probados por parte de los
acusados. En todo caso la detención del denunciante M. L. G.
duró apenas unas horas, fue puesto en libertad el mismo día,
por lo que el delito no está probado ni acreditado en autos de
las pruebas del juicio oral".
El Tribunal de la Sección Quinta considera que el parte médico
y la fotografía aportados por el denunciante son insuficientes
para demostrar que los policías acusados le agredieron.
Respecto a la fotografía aportada, la sentencia explica que
"si bien contamos con algún indicio de poder ser verdad tal
agresión en la cara del sr. G., a través de la declaración
testifical de sus amigos, que lo esperaron al salir de la
Policía, lo bien cierto es que no se acreditó ni siquiera la
existencia de tales lesiones al no estar comprobado ni ser
posible demostrar que la fotografía de autos corresponde al
día de los hechos o a otro distinto".
Las mismas dudas pesan sobre el informe médico. El
facultativo de urgencias que atendió al denunciante un día
después "apreció una contusión mandibular y un tapón de
cerumen" pero al haber transcurrido casi 24 horas desde la
supuesta agresión el Tribunal considera que "existen muchas
dudas de la relación de causalidad entre tal lesión y la
actuación de los acusados".
Sobre este extremo, la Sala manifiesta su extrañeza de que
ni el denunciado ni su abogado pidieran en comisaría, cuando
estaba detenido, ser visto por un médico "para asegurar o probar las lesiones
padecidas en un momento concreto y determinado".