La concejalía de Diversidad Funcional de Moncada lucha para normalizar la enfermedad mental

La concejalia de Diversidad Funcional de Moncada, al frente de la cual en la actualidad se encuentra Josefa Calderer Faulí, lleva trabajando desde 2005 con personas diagnosticadas con enfermedad mental crónica, desarrollando diferentes programas subvencionados por la Generalitat y el Ayuntamiento de Moncada.

Estos talleres, tienen como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas con algún tipo de enfermedad psiquiátrica, ya sea esquizofrenia, como trastorno bipolar, y otros de semejantes características. Estos grupos desarrollan actividades diversas, que han ido evolucionando desde un taller de realización de actividades creativas en el que se realizaba papel reciclado, hasta talleres de jardinería y artesanías diversas.

En la actualidad, se encuentran desarrollando actividades tres mañanas a la semana y procurando que estas actividades posean una incidencia positiva sobre las personas que participan en ellas, que fomenten su autonomía personal, incrementen su autoestima y tiendan a la integración social de estas personas. Durante tres mañanas a la semana, este grupo, formado por 11 personas cuyo tratamiento y seguimiento se realiza desde la Unidad de Salud Mental de Godella, en colaboración con los y las psiquiatras del centro y la Trabajadora Social de esta Unidad, realiza cada día actividades significativas.

Los lunes realizan un taller de desarrollo personal, trabajando la autoestima, el autoconcepto, conociendo las emociones y afrontando las situaciones difíciles con determinación. Los miércoles se dedican a la cocina. Aprender a cocinar es fundamental para la autonomía personal y la vida personal. Es importante dotarles de estos conocimientos para poder vivir de forma autónoma y sin depender de las demás personas y familiares. Al mismo tiempo que conocer cómo debe ser una alimentación saludable para cuidarse de forma efectiva. También, los viernes se dedican a las nuevas tecnologías. Poder utilizar las nuevas tecnologías para los trámites personales o bien para comunicarse con los demás es un aspectos importante, y más en estos momentos que la pandemia no permite acercarnos a nivel físico.

Concienciación

Sin embargo, esta integración social no es posible si la sociedad no cambia su forma de concebir las enfermedades mentales. En muchas ocasiones se considera que las personas con enfermedad mental son peligrosas o una amenaza para la sociedad, pero en realidad es por desconocimiento del tema que las personas piensan de esta forma.

Desde hace 15 años, la técnico del área Laura Pizcueta Sifre trabaja con este grupo y en ningún momento ha tenido problema alguno con ninguna de las personas que asisten al mismo, ni ella ni la sociedad, puesto que ninguna de ellas ha hecho daño a nadie.

Sin embargo, la técnico destaca el desprecio de la sociedad a estas personas, la falta de comprensión hacia a ellas y lo desacertado de muchos titulares en los periódicos o en lo que se argumenta en los programas televisivos. Estas personas tienen que padecer el sufrimiento que provoca su enfemedad y el padecimiento de que muy pocos sectores de la sociedad les acepten porque cabe destacar que cada vez son más frecuentes los problemas mentales en nuestro entorno, las depresiones, ansiedades, y problemas de este estilo, están a la orden del día, y sin embargo, seguimos sin aceptar socialmente estos problemas.

Hay enfermedades más toleradas que otras, y en este sentido tendríamos que hacer una revisión comunitaria de los estereotipos que manejamos.

Con motivo del Día Internacional de las personas con discapacidad, desde la concejalía de Diversidad Funcional animan a la ciudadanía a mejorar la empatía y a cambiar la forma de ver a las personas con enfermedad mental, depende de todos y todas su integración social.