La diócesis de Valencia prestó ayuda en el último año a cerca de 40.000 personas inmigrantes a través de pisos de acogida, economatos parroquiales y programas de acompañamiento y reinserción laboral, según han indicado hoy a la agencia AVAN fuentes de Cáritas Diocesana.
Las personas inmigrantes fueron atendidas a través de programas de Cáritas Diocesana de Valencia, por las 440 cáritas parroquiales y en sus 50 economatos, entre otros centros de atención vinculados o dependientes de la archidiócesis de Valencia.
Precisamente, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, bendijo el pasado jueves, los nuevos locales del centro socio ocupacional "Mambré" de Cáritas Diocesana de Valencia, en el que fueron atendidas el años pasado 28 personas inmigrantes. "Mambré" es un programa socio-ocupacional creado en 1987 con horarios y normas de convivencia destinados a personas sin hogar para que "puedan dejar la calle, trabajar y sean capaces de valerse por sà mismos" y que, desde su creación ha atendido a más de 1350 personas, según ha indicado a AVAN el responsable de "Mambré" José Antonio Manuel.
En la inauguración, los acogidos en el centro fueron los encargados de enseñar al cardenal Antonio Cañizares las dependencias de los nuevos locales y le explicaron sus experiencias personales.
Durante la bendición e inauguración, el purpurado animó a los educadores, voluntarios y acogidos a seguir adelante con este proyecto "que es obra de amor, de misericordia y de acogida a todos" y señaló que Mambré "es un lugar de caridad, no de solidaridad simplemente", ya que "la caridad va más allá de la solidaridad, porque es sencillamente el amor de Dios hecho presente entre los hombres".
Además, otros 212 inmigrantes fueron atendidas por el proyecto "Jere-Jere" de Cáritas Diocesana que acompaña a mujeres que ejercen la prostitución en la calle. Entre las acciones que lleva a cabo este proyecto destacan las tareas que realizan las mediadoras sanitarias.
La Ciudad de la Esperanza habilita bungalows para refugiados
Por su parte,"La Ciudad de la Esperanza" (CIDES), ubicada en la localidad valenciana de Aldaia, "está ya preparada para comenzar la acogida de familias enteras de inmigrantes desplazados" a causa de la crisis migratoria en el Mediterráneo "que podrán alojarse en bungalows", según ha indicado hoy a la agencia AVAN el sacerdote Vicente Aparicio, presidente de este complejo socio-caritativo.
El centro está preparado para acoger a treinta refugiados en varios bungalows, que han sido acondicionados y que, cada uno de ellos, cuenta con cuatro apartamentos, y cada apartamento tiene tres habitaciones dobles, baño, comedor y salón.
La Ciudad de la Esperanza acogerá no sólo a hombres de 17 a 45 años, que es el perfil habitual de los usuarios, sino a familias enteras con niños.
