El escrito
dice lo siguiente:
"El pasado 17 de diciembre el Congreso de los
Diputados aprobó la Proposición de Ley Orgánica que regula la Eutanasia. Un
nuevo derecho que se une a los conquistados por la sociedad española a lo largo
de todos estos años, con mucho esfuerzo y a pesar de todos los obstáculos que
los sectores más reaccionarios del paÃs han puesto para impedirlos. No es casualidad
que siempre que gobierna la izquierda vemos ampliados los derechos de toda la
ciudadanÃa, como no es casualidad tampoco que esas derechas que claman y
auguran el apocalipsis son los primeros en usar los nuevos derechos adquiridos.
Asà pasó con el divorcio, con el aborto, con el matrimonio igualitario y ahora,
con la eutanasia.
Siempre lo
han hecho de la mano de obispos dispuestos a usar el púlpito para hacer
polÃtica. La carta del Obispo de Segorbe-Castellón en la que critica la
aprobación de una ley democrática aprobada por amplia mayorÃa de un parlamento
democrático, es una flagrante intromisión en el debate polÃtico del
representante de una institución que, al menos, deberÃa guardar un principio de
neutralidad. Después de más de cuarenta años de democracia y de Constitución,
es increÃble que todavÃa se les tenga que recordar que España es un estado
ACONFESIONAL en el que ninguna religión tiene carácter estatal. Las leyes no
pueden estar basadas en los preceptos religiosos de ninguna confesión. La Iglesia
Católica tiene todo el derecho a exigir a sus fieles que sigan sus dogmas y
preceptos, pero de ninguna manera puede pretender que esos dogmas se extiendan
al conjunto de la sociedad.
Pero ya que
entran en el debate y usan el púlpito para tomar partido por una determinada
ideologÃa polÃtica, entonces el Sr. Obispo deberá entender que allà nos
encontraremos todos. No podrá apelar al respeto a la institución y a su
independencia; no vale que un dÃa exija respeto y al siguiente se dedique a
hacer un mitin.
Asà que,
con el mismo derecho con el que él critica la Ley de Eutanasia, desde la
Ejecutiva Comarcal del Alto Palancia-Mijares del PSPV-PSOE no reconocemos
autoridad moral alguna al representante de una institución que todavÃa tiene
muchas cosas que explicar y por las que pedir perdón. Su carta es un ejercicio
de hipocresÃa y cinismo como pocas veces se ha visto. Habla de la defensa de la
vida un señor que hace quince dÃas estuvo callado cuando un grupo de militares
nostálgicos del franquismo le deseaban la muerte por fusilamiento a 26 millones
de españoles. ¿Dónde estaba el Sr. Obispo entonces? ¿No le preocupaba la vida
de 26 millones de compatriotas? Una institución que le ha costado siglos
condenar la pena de muerte y que cuando lo ha hecho (en 2018) ha sido con la
boca pequeña, no está en condiciones de dar lecciones sobre la defensa de la
vida. Antes de erigirse en autoridad moral para el conjunto de la sociedad
deberÃan limpiar su propia casa. Y ahà tienen mucho trabajo que hacer. Si el
Sr. Obispo quiere dedicarse a hacer polÃtica, lo tiene muy fácil: preséntese a
las elecciones. En Vox seguro que lo reciben con los brazos abiertos".