La España que queremos

El próximo 28 de Abril se celebran las elecciones generales y en nuestra Comunitat, también las Autonómicas. Unas elecciones en las que se decidirá quien gobernará nuestro país y nuestra autonomía.

Venimos de unos años asediados por una grave crisis económica y yo me atrevería a decir también social, una crisis global y que por supuesto los españoles y españolas, no hemos escapado de sus garras. Pero también no es menos cierto que todos los indicadores macroeconómicos nos llevan diciendo desde hace un par de años que la situación al menos en Europa, va mejorando.

Aunque la mejoría llegue, no podemos olvidar, todo lo que hemos dejado atrás. Toda la gente que ha sido desahuciada, que no tiene empleo y que si lo mantiene es con sueldos bajos, que no les permiten desarrollar su proyecto de vida y que ha dado lugar a una nueva generación de trabajadores pobres.

Por todo eso, el gobierno que reciba la responsabilidad de hacerlo. Deberá de apostar por políticas expansivas y de reposición de derechos para intentar revertir lo antes posible los últimos 7 años de gobierno del Partido Popular.

Pero antes hablaba también de una crisis social, una crisis de valores inoculada en nuestra sociedad y que en estos últimos 9 meses, están viendo sus primeros síntomas.

Cada vez que veo al líder del Partido Popular, el señor Casado. O de Ciudadanos, el señor Rivera, hablar de su proyecto para España, me pongo a temblar.

La falta de proyecto político, salvo la mentira o la descalificación personal, la búsqueda del enfrentamiento constante e incluso muchas veces el insulto, evitando siempre el dialogo o la búsqueda de acuerdos allí donde son difíciles encontrarlos, lo que siempre hemos entendido como hacer política, brillan por su ausencia.

Nueve meses de gobierno, nueve meses donde todos los miércoles han tenido lugar en el Congreso de los Diputados, la sesión de control al gobierno. Ni una sola propuesta he escuchado de los lideres anteriormente mencionados, salvo como les dije, el insulto, la mentira por norma o la descalificación personal casi siempre hacia nuestro presidente del gobierno, Pedro Sánchez.

Sinceramente pienso que nuestro país, España, no puede intentar salir de una crisis tan importante como la que hemos sufrido, desde el enfrentamiento como bandera y por lo tanto la crispación como norma.

Y lo digo créanme desde una postura no como político sino como vecino y ciudadano de un país que ha sufrido mucho y no se merece seguir haciéndolo.

Dentro de unos días, de unas semanas, estaremos inmersos en una campaña electoral, una campaña donde el insulto o la descalificación deben dejar paso a las propuestas. Una campaña llena de ideas para seguir mejorando nuestro país, entre todos, con nuestras diferencias, pero arrimando el hombro dentro de nuestras posibilidades.

Un país, España, donde cabemos todos y todas, donde cada uno desde su ideología, aporte ideas, para entre todos mejorar nuestra sociedad, dejando a un lado a aquellos que solo buscan la crispación y la división entre nosotros, a aquellos que buscan separarnos y por supuesto a todos los que usan el nombre de nuestro país para auto proclamarse defensor de la patria, a cambio de un rédito político y no el bienestar del conjunto de la sociedad.