Alumnos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). EFE-Kai Försterling-Archivo
La primera comisión interuniversitaria de salud mental, constituida por la Generalitat Valenciana con las universidades valencianas, propone aumentar los servicios de atención psicológica en las universidades, ya que los estudiantes de esta etapa formativa tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental, como depresión y ansiedad.
La Generalitat, a través del Comisionado de salud mental, consciente de la problemática existente en materia de salud mental y la necesidad de atenderla de forma global constituyó, junto con la dirección general de universidades, la primera comisión interuniversitaria de salud mental que existe en España.
Dicha comisión está integrada por la Universitat de València, la Universidad de Alicante, la Universitat Jaume I de Castelló, la Universitat Politècnica de València, la Universidad Miguel Hernández, la Universidad CEU-Cardenal Herrera, la Universidad Católica San Vicente Mártir, la Universidad Internacional de Valencia (VIU) y la Universidad Europea de Valencia y Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Esta iniciativa surge ante la preocupación "creciente" por el número de demandas de atención psicológica que reciben las universidades y la anulación de matrÃculas que se producen como consecuencia de ansiedad y estrés. Este tipo de situaciones son nuevas y no se daban con tanta frecuencia hace unos años, informa la Generalitat.
La comisión, que está trabajando desde julio de 2022, dará a conocer este jueves los primeros resultados que ponen de manifiesto que el 35 % de los universitarios ha padecido alguna enfermedad mental, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Ante este escenario, propone aumentar los servicios de atención mental en los campus universitarios y ha establecido un espacio de diálogo para conocer las experiencias de buenas prácticas que se desarrollan en materia de salud mental en las diferentes universidades, que son centros promotores de salud mental, para optimizar recursos y trabajar de forma conjunta.
También ha fijado los mecanismos de coordinación entre las universidades y las consellerias con competencias en salud mental, además de definir los objetivos, funciones y un plan de trabajo para la comisión.
Este espacio de diálogo ha permitido el desarrollo de un estudio sobre los servicios que ofrecen las diferentes universidades en materia de salud mental.
Sin embargo, se piensa que solo una minorÃa de estudiantes busca ayuda profesional, lo que parece deberse a diversas barreras, como el autoestigma.
Por ello, es esencial comprender la magnitud del problema en las universidades españolas, lo que incluye estimar la prevalencia de los problemas de salud mental, identificar las necesidades de los estudiantes en materia de salud mental y las barreras existentes, asà como detectar grupos especialmente vulnerables.
Se ha demostrado, según las mismas fuentes, que los estudiantes universitarios tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental, como depresión y ansiedad, que la población general.
"Ser joven sin un horizonte vital es infinitamente más cruel que para un adulto", advierte el secretario autonómico de Universidades e Investigación, Rafael Tabarés, quien considera que los gobiernos "tienen que estar a la altura y reconocer que los jóvenes reciben menos inversiones en salud mental per capita que otros grupos de edad".
Un estudio de la OMS advierte de que el 35 % de los estudiantes universitarios han padecido algún trastorno mental común (depresión mayor, manÃa/hipomanÃa, trastorno de la ansiedad generalizado, trastorno de pánico, adicción al alcohol y adicción al alcohol y a otras drogas) a lo largo de su vida y el 31 %, al menos uno, en los últimos 12 meses.
Además, coincide con un periodo en el que suelen debutar la mayorÃa de las enfermedades mentales (75 % aparecen antes de los 25 años).
