Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigaron al expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana y sus colaboradores han descrito este miércoles en el juicio del caso Erial cómo supuestamente gestionó en la sombra los fondos procedentes de las comisiones ilÃcitas obtenidas por la privatización de las ITV valencianas.
Según han explicado estos agentes, Zaplana disponÃa de bienes titulados por empresas constituidas con aquellos fondos, tenÃa capacidad de decisión sobre las inversiones en España de estas firmas y sobre concretas operaciones inmobiliarias, a pesar de no constar como administrador ni responsable en ningún caso.
En una conversación telefónica intervenida al testaferro confeso de Zaplana JoaquÃn Barceló los agentes supieron que habÃa recibido una oferta por una parcela hotelera. "Pero no dio ninguna respuesta, dijo que la tenÃa que aceptar otro socio al que no nombra. Después se desplazó hasta La Fe, donde estaba Zaplana, y ahà se produjo una nueva llamada donde da su conformidad a la oferta".
La octava sesión del juicio a Eduardo Zaplana por supuestas "mordidas" en la adjudicación de las ITV valencianas y parques eólicos se ha iniciado con la declaración de tres agentes de la UCO, que han comparecido al mismo tiempo en calidad de peritos, como pedÃa el fiscal, pero con la oposición de las defensas.
El testaferro uruguayo envió 2,3 millones en efectivo a la secretaria de Zaplana en 8 años
El abogado uruguayo y testaferro confeso del expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana, Fernando Belhot, ha asegurado en el juicio del caso Erial que hizo llegar más de 2,3 millones de euros en efectivo, a través de cambistas, a la secretaria personal de Zaplana, Mitsuoko HenrÃquez, en ocho años.
"Una vez producida la operación -Zaplana- me llamaba y me decÃa que los documentos habÃan llegado, que estaba todo correcto", ha explicado Belhot en una declaración realizada por videoconferencia desde Montevideo (Uruguay) en el juicio sobre la supuestas "mordidas" por las adjudicaciones de las ITV valencianas y los parques eólicos.
Este especialista en finanzas internacionales ha explicado al juez que viajaba cada tres o cuatro meses a Madrid y que se entrevistaba con Zaplana para rendir cuentas de unas operaciones que se realizaban sin que mediase contrato u orden escrita alguna.
"Yo llevaba extractos de las operaciones, se los mostraba y él normalmente los destruÃa. Alguna vez me pidió una copia para mostrárselo a Grau -el supuesto contable de la trama-, pero la destruÃa después también, era muy cuidadoso, no querÃa tener nada en su poder que lo vinculase a esos activos", ha explicado Belhot.
Sobre el regreso de fondos a España, ha apuntado: "el procedimiento no era muy ágil, se podÃa demorar un mes o dos, pero era la única forma de hacer llegar dinero 'vivo', que era lo que querÃa el señor Zaplana", ha agregado este letrado, uno de los testigos claves de la FiscalÃa, puesto que entregó a la justicia española 6,7 millones de euros que estaban depositados en Suiza titulados por una sociedad uruguaya y que eran propiedad, según ha asegurado, del exministro.
Este letrado uruguayo ha apuntado que Zaplana le pidió que no invirtiese parte de los fondos que gestionaba, que los mantuviese lÃquidos. "Yo le decÃa que eso no era rentable y además era peligroso, porque el dinero corrÃa la suerte del banco. En cambio, si se invierte en valores la suerte del banco no nos afecta".
"Él -Zaplana- me decÃa que necesitaba dinero para sus gastos personales. Recuerdo que el pobre tuvo un problema de salud importante y que estaba pensando en realizarse un trasplante de médula en Nueva York, aunque luego creo que lo hizo en Valencia".
La comisión por los servicios prestados por Belhot era del 0,75 % anual del patrimonio administrado, más un bonus por rentabilidad o ganancias al término de ese ejercicio, pero asegura que nunca lo retiró, sino que lo dejaba contabilizado y "engrosando el capital administrado".
Preguntado por cómo contactó Zaplana con el, Belhot ha asegurado que el expresident le dijo que un amigo suyo de la infancia, "Pachano" -alias con el que se conoce al testaferro confeso de Zaplana JoaquÃn Barceló-, tenÃa estructuras económicas en España y en el extranjero y me pidió opinión".
"Hubo una reunión a la que asistieron Zaplana, Francisco Grau, Barceló y yo. Sobre las empresas españolas no opiné, pero las luxemburguesas dije que no era lo óptimo, que Uruguay ofrecÃa mejores condiciones... protección a las inversiones, uno de los mejores secretos bancarios del mundo y menos impuestos. En Uruguay hace 15 años el titular de la cuenta no aparecÃa en ningún momento".
"Grau mostró discrepancias a pasar fondos a sociedades uruguayas, imagino que perdÃa protagonismo o control de esos activos", ha agregado este letrado, que ha insistido en que sus acuerdos con Zaplana para la gestión de sus fondos fueron verbales.
"En principio se me dijo que el dinero era de Barceló, pero fui comprobando que quien tenia poder de decisión, quien siempre era consultado por Barceló y Grau era Zaplana, el verdadero 'decisor', y con el tiempo él me manifestó que era el dueño de la gran mayorÃa de esos activos y que no querÃa hacerlo público por su exposición, porque era miembro de un partido importante en España, por su carácter de empresario vinculado a la asesorÃa o actividades de lobby".
"Zaplana era extremadamente cuidadoso, en 9 años nunca me envió un solo correo, siempre hablamos por móvil, nunca por escrito", o a través de su secretaria.
Este abogado ha asegurado que fue Zaplana quien le puso en contacto con Beatriz GarcÃa Paesa, sobrina del espÃa Francisco Paesa, para que liquidase Imison (Luxemburgo) y traspasase los activos de esta empresa (cerca de 8 millones de euros) a Disfey, una firma uruguaya con cuenta en Suiza.
A preguntas del abogado de Zaplana, Belhot ha negado que su confesión haya estado condicionada a su exoneración en este proceso.
"Nunca en 9 años que conocà a Zaplana pensé que podrÃa haber incurrido en los actos de los que se le acusa. Siempre me dijo que era dinero legÃtimo pero no declarado. Contra mi no podÃa haber nada, en Uruguay los actos de evasión fiscal no son delito y yo no he obtenido nada de forma ilÃcita", ha dicho.
La defensa de Zaplana le ha preguntado cómo es posible que con tres o cuatro reuniones y sin documentos gestionase los fondos que supuestamente pertenecÃan a Zaplana, a lo que éste ha respondido que "habÃa confianza, creo que entendió que la estructura de Luxemburgo no era la ideal y era costosa para él".
"De todas formas es una muy buena pregunta para hacer a Zaplana -ha agregado Belhot- el asesoramiento que se le brindó fue suficientemente convincente para que cambiase su estructura. Además habló con GarcÃa Paesa y ella no se opuso".
"Ella -GarcÃa Paesa- me dijo que el propietario de los fondos era Zaplana, que tenÃa a Barceló como administrador, pero que sabÃa que no era el verdadero beneficiario. Ella entendÃa que quien manejaba los fondos era Zaplana", ha agregado.
Preguntado por si le dijo Zaplana qué hacer con esos fondos si le sucedÃa algo, Belhot ha apuntado que sÃ. "Recuerdo una ultima conversación antes del trasplante, me dijo que ante la posibilidad de que le pasara algo me pedÃa que entrase en contacto con su hija mayor, que no sabÃa nada de esto pero que él lo hablarÃa con ella. Afortunadamente no tuve que hacerlo pero tenÃa el móvil de ella", ha concluido.