La industria de componentes de la automoción está a la espera de conocer cómo afecta la menor carga de trabajo que encara la planta de Ford en Almussafes con el cese de la producción de dos modelos y el ERE que aplicará durante este año.
Las industrias mantienen "una actitud preventiva" y creen que es pronto para analizar de forma exhaustiva las consecuencias de la situación de la factoría de la multinacional automovilística, a la espera de conocer los volúmenes de trabajo previstos por Ford y que redundarán de una manera u otra en las propias plantillas de las empresas auxiliares.
Esta información determinará los efectos sobre el resto de la cadena de valor de la automoción valenciana, especialmente para las empresas que dependen directamente de los pedidos de la multinacional, según aseguran a EFE fuentes del Clúster de la Automoción (AVIA).
La asociación industrial ha valorado el esfuerzo tanto de Ford como de los sindicatos con representación en la planta en las negociaciones del ERE, que ha permitido llegar a un acuerdo para la salida de 1.124 empleados de la factoría.
"Desde AVIA se quiere poner en valor la generosidad de ambas partes para alcanzar una solución consensuada y generar la menor perturbación ante el adelgazamiento de la plantilla", han manifestado.