Varios automóviles circulan por una carretera. EFE- Archivo
La presidenta de AVIA, Mónica Alegre, se ha referido así a la intención del Gobierno de establecer por ley que a partir del año 2040 no se permitirá la matriculación y venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones "directas" de dióxido de carbono (entre ellos todos los de diésel y de gasolina).
Alegre ha explicado en un comunicado que el sector de la automoción está viviendo "una profunda transformación" y las empresas están trabajando en esa dirección, y las autoridades deben ser "prudentes" y "no poner en peligro miles de puestos de trabajo" en la Comunitat Valenciana y en el resto de España precisamente en un momento de descenso de la demanda en Europa.
Según Alegre, anuncios como el realizado por el Gobierno deberían ir acompañados de otras medidas económicas y laborales que mantengan la competitividad y sobre todo que aseguren el empleo.
Ha asegurado que las empresas valencianas están adaptándose al futuro del automóvil y a la reducción de los combustibles fósiles a favor de los eléctricos, y ha reconocido que el horizonte que ha marcado el Gobierno para el año 2040 es "suficientemente lejano" como para que las empresas estén preparadas.
Sobre los componentes, ha afirmado en que estos cambios no tienen efectos para determinados componentes como los fabricantes de interiores, plásticos, textiles, ingenierías, logísticos o proveedores de materias primas, a los que incluso puede crear nuevas oportunidades de negocio.
