La legislatura de los 6 millones de parados como punto de inflexión para remontar

Entre la convocatoria de las elecciones generales, su celebración y el proceso de traspaso de poderes, España se ha pasado varios meses cruzando los dedos para que no se destruyese más empleo. Sin embargo, esta técnica milenaria no ha funcionado y ya hemos superado los 5 milones de parados.

El 2012 va a ser posiblemente el año más duro desde que comenzó la crisis en España, porque los recortes y ajustes imprescindibles que tendrá que acometer Rajoy y su gobierno, supondrá la destrucción de empleo durante varios meses, hasta alcanzar casi los 6 millones de parados. 6 millones de parados y varios de ellos de larga duración supondrán un antes y un después, porque si a partir de los ajustes la economía no muestra síntomas de recuperación, este país estará abocado a un desastre de consecuencias imprevisibles.

Mientras todo esto pasa ante nuestros impotentes ojos, lo cierto es que los bancos aceleran para colocar todos los pisos que pueden antes de que los precios -por ellos mantenidos artificialmente- se hundan hasta alcanzar el precio real. Y también mientras los ciudadanos de a pie nos dejamos los cuernos para salir adelante, el gran capital sigue preparándose para comenzar a invertir en  cuanto Rajoy haga la ''limpieza'' que los mercados y los poderes económicos le han exigido.

El año que viene, por tanto, tocaremos fondo y una vez España esté hundida y bien hundida, entonces asistiremos a la repentina fluidez de capital y créditos. Antes, habremos tenido que ver recortados derechos sociales y poder adquisitivo. España volverá a la casilla de salida para comenzar un nuevo juego que, para ganarlo, deberá haber aprendido errores del pasado y utilizar una nueva estrategia. Con permiso de la globalización, claro está.