La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) denuncia que el gobierno del Botànic ha pagado poco más del 38% de las ayudas directas de la Política Agrícola Común (PAC) correspondientes a la campaña 2019, un porcentaje que sitúa a la Comunitat Valenciana líder, junto a la Región de Murcia, en el retraso de estos fondos agrarios.
Según datos del Ministerio de Agricultura, los agricultores valencianos han percibido desde el 16 de octubre –inicio del periodo autorizado por Bruselas para adelantar los pagos de la PAC– 57,2 de los 150 millones de euros totales, entre ayudas directas y de mercado, que se asignan anualmente a la Comunitat Valenciana. Esa inyección arroja el porcentaje mencionado del 38%, justamente la mitad del 76% de las subvenciones abonadas en el conjunto de España. Hasta ocho comunidades autónomas han pagado, en términos relativos, más del doble que la Comunitat, entre las cuales se hallan las que más dinero abarcan como son los casos de Castilla y León o Andalucía.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, afea al gobierno valenciano del Botànic "la nueva muestra de desidia y la exasperante lentitud que exhibe a la hora de abonar las ayudas PAC a los agricultores y ganaderos valencianos, muchos de ellos en una situación crítica de descapitalización. Empiezo a dudar si, en el hecho de que la conselleria de Agricultura demore su calendario de pagos, pesa más la excesiva burocracia, el desinterés en la gestión o la nula sensibilidad que viene manifestando hacia el sector agrario valenciano".
Los pagos efectuados hasta la fecha incluyen partidas del Régimen de Pago Básico, prácticas beneficiosas con el medio ambiente (Pago Verde), jóvenes agricultores, régimen de pequeños agricultores, así como ayudas a sectores del arroz, los frutos secos, el ganado vacuno, ovino o caprino, entre otros. Las comunidades autónomas tienen hasta el próximo 30 de junio para hacer efectivo todos los pagos directos de la PAC 2019.
Aguado lamenta que "los agricultores valencianos se ven perjudicados por las sucesivas reformas de la PAC, que discriminan los cultivos mediterráneos, pero ahora también por el retraso en el pago de esas subvenciones que, de modo injusto, se quedan muy por debajo del peso real de nuestra agricultura. Es evidente que las políticas agrarias europeas no dan respuesta a los problemas del sector y, por ello, la PAC debe apostar por restablecer aquellas medidas destinadas a corregir los desequilibrios en los mercados a través de la potenciación de los mecanismos de retirada y del seguro de rentas".
