Ya ha pasado un tiempo prudencial como para sacar alguna conclusión de las elecciones municipales del 26 de mayo. Camporrobles y la Loberuela siempre acuden a las urnas pensando qué es lo mejor para el pueblo y el hecho de que esta vez hayan decidido que lo mejor era prestarme su confianza para que dirija el Ayuntamiento los próximos cuatro años me llena de orgullo y alegrÃa.
El proyecto que encabecé era de evidente unión, una propuesta de pueblo que traspasa los cánones de polÃtica tradicional, aunando a toda la izquierda bajo una candidatura. Muchos compañeros de la candidatura habÃan trabajado juntos y muy bien en el gobierno desde 2015 sin preocuparse de a qué siglas pertenecÃa cada uno. Evidentemente nadie olvida sus principios ni sus ideales, porque además serÃa un error. Pero la clave estaba en que ambos partidos querÃan lo mejor para su pueblo, compartÃan una forma de trabajar y unos objetivos comunes… por lo tanto, decidieron que ir juntos a las elecciones serÃa lo más positivo para el municipio.
Y en todo ese proceso, PSOE e Izquierda Unida me propusieron encabezar el proyecto para convertirme en la primera alcaldesa de Camporrobles, algo que acepté y nunca les agradeceré lo suficiente.
Ahora estamos todos juntos inmersos en la labor de gobierno, con el compromiso inquebrantable de trabajar en pro de los habitantes y visitantes de Camporrobles, de cumplir fielmente con honestidad, transparencia y participación la tarea que nos ha encomendado el vecindario. Lo que más me dolerÃa como alcaldesa serÃa defraudar a cualquiera de los 443 votantes que nos respaldaron en las urnas el 26 de mayo o a los 370 que no.
Defraudarles serÃa no gobernar para todas las personas que conforman Camporrobles, no pensar siempre en el bien común de la localidad, no cumplir los compromisos, no escuchar, no valorar de forma correcta o desdeñar la importancia de la confianza prestada.
Por eso desde aquà invito a la reflexión a mis vecinas y vecinos: durante la campaña electoral me dirigà a todas vosotras y todos vosotros para explicaros como pretendÃa combatir a la pérdida demográfica dotándonos de mayor calidad de vida para favorecer el arraigo y fijar población. Hoy os escribo estas palabras desde el despacho de la alcaldÃa con más alegrÃa, ilusión, cariño y convicción si cabe que por aquel entonces.
Mil gracias por haberlo hecho posible; esto solo era, es y será posible contigo.