Durante el pasado año más de 3.000 personas visitaron la Planta de Valorización de residuos de Llíria para conocer de cerca todo el proceso de tratamiento de los residuos que generamos en nuestros hogares y la importancia de su reciclado. Desde elConsorcio Valencia Interiorse han valorado muy positivamente estas cifras ya que uno de sus objetivos es promover al máximo elreciclaje y la sensibilizaciónciudadanaa favor de la adecuadagestión de los residuosy la protección de nuestra salud y medio ambiente. De hecho el CVI viene impulsando campañas informativas para compartir con sus vecinos la excelencia de laPlanta del Consorcio enLlíria, una de las instalaciones más avanzadas de Europa y la más visitada de la Comunidad Valenciana.
Aproximadamente,se han registrado durante 2014 cerca de 100 visitasde colectivos ciudadanos, la mayoría centros educativos y asociaciones de vecinos.El Consorcio organiza estas visitas guiadas con diversas actividades de formación y divulgación medioambiental que permiten a las vecinas y vecinos seguir de cerca la ruta de nuestros desechos domésticos (basura, envases, trastos, etc.), cómo de recogen, se tratan, se recuperan los materiales que contienen. En cuanto a los centros educativos las visitas son divertidas y muy participativas, con juegos y talleres en el Aula Ambiental de la Planta.
La planta de valorización de Llíria gestiona los residuos domésticos mezclados de los municipios de las comarcas del Camp de Túria y la Serranía, así como los residuos voluminosos de todo el ámbito del Consorcio Valencia Interior (que incluye además los municipios del Rincón de Ademuz, la Hoya de Buñol-Chiva y la Plana de Utiel-Requena).
En esta instalación se recuperan once materiales diferentes: papel, cartón, aluminio, material férrico, briks, textiles, madera, vidrio y cuatro tipos diferentes de plástico. De igual modo, se higieniza y transforma la fracción orgánica de los desechos, obteniendo fertilizante orgánico. La planta incorpora tecnologías con las que reutiliza toda el agua que emplea, y recircula y depura todo el aire de proceso, de modo que no genera vertidos ni malos olores.
