La
policía local de Massamagrell cuenta con dos nuevos compañeros, Bingo y Aaron, un
pastor alemán y un braco alemán, que conforman la nueva Unidad Canina. Unidad que tiene como objetivo la lucha contra
el tráfico y menudeo de droga en el municipio.
En la presentación ha estado
presente el Alcalde de la población, Miguel Bailach, el Jefe de la Policía Local de Massamagrell, Antonio
Luzón y el agente encargado de la nueva
unidad y dueño de los animales, Ibán Fernández. Luzón ha declarado que: "en el ámbito interno
del Cuerpo constituye una modernización de los medios de trabajo, representando
un instrumento de eficiencia y eficacia en la labor policial que comportará un
mejor servicio al vecino de Massamagrell mejorando la seguridad ciudadana y con
ello la calidad de vida".
Bingo
es un perro serio, centrado, y que está adiestrado
desde que nació para este cometido, Aaron presenta un carácter más juguetón, movido
e incansable, se trata de un ejemplar dedicado a la caza al que luego se le
ha formado reciclándolo para la labor de detección de drogas. Ambos tienen 3
años y medio. La formación se ha llevado a cabo expresamente por el agente y
dueño de los canes en un centro canino de Murcia dentro de un programa de
especialización en detección de
sustancias, seguridad y vigilancia.
Los
nuevos miembros de la policía local llevan a prueba 15 días con excelentes
resultados, como decimos, su trabajo consiste en buscar cocaína, heroína,
hachis y marihuana en los operativos nocturnos de alcoholemia y drogas los
fines de semana. Se realizarán además controles alrededor del instituto para
identificar a menores consumidores o traficantes, salvaguardando sus derechos al no actuar
hasta que el perro tiene la certeza de que lo llevan. También se pretende
controlar el menudeo en los parques y paseos del municipio. Mientras que Bingo
actúa de manera activa ladrando cuando detecta la droga, Aaron se sienta mientras mira fijamente la
sustancia.
La
incorporación de estos animales sin duda
va a ayudar a la policía a conseguir mayor eficiencia y eficacia en sus funciones
de prevención e intervención, porque el trabajo con los perros es más rápido
que identificar y cachear a cualquier persona por un policía, y la localización
de la droga es prácticamente inmediata. En la mayoría de ocasiones, la persona
identificada entrega la droga al policía antes de producirse la intervención
con el perro. La presencia de los perros en la intervención policial, otorga
además un plus de autoridad a la propia labor policial, ya que es evidente que
la presencia del animal produce un efecto disuasorio.
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