Durante
el pasado fin de semana, varios puntos de las autovías tres y siete
se vieron afectados por un denso humo que obligó a extremar las
precauciones de los conductores, con el consiguiente aumento de la
densidad del tráfico. Afortunadamente no hubo que lamentar percance
alguno.
A
pesar de que en 2008 la Unión Europea prohibió taxativamente la
quema de estos residuos por su alto efecto contaminante, se continúa
con estas prácticas. La Consellería de Medi ambient ( Equo El
verds), un año más ha autorizado la quema de los rastrojos
admitiendo que a corto plazo no hay otra solución.
Según
palabras del secretario autonómico de medio ambiente Juliá Álvaro
( Equo), " los índices de contaminación en el entorno de la
capital se han reducido respecto otras campañas". En cambio,
destacó que la estación de control de Buñol había detectado "
unos días con alta presencia de humo por culpa de procesos de
inversión térmica".