La superficie cultivada mediante técnicas de Producción Integrada en la Comunitat Valenciana ha aumentado un 8% en 2011, lo que supone alcanzar prácticamente las 56.000 hectáreas en el conjunto de nuestro territorio. Este incremento se debe a la elección de un total de 6.050 titulares de explotaciones, 429 productores más que el año pasado, por esta modalidad de cultivo basada en la obtención de productos agrícolas de calidad y saludables para el consumidor, mediante el empleo de prácticas de cultivo y control de plagas mediante procesos biológicos, reduciendo su incidencia en el medio ambiente. Por productos, cabe subrayar el crecimiento en 4.894 hectáreas de la superficie cultivada de cítricos mediante técnicas de Producción Integrada, llegando así a las 34.205 hectáreas repartidas en más de 20.850 parcelas de toda la Comunitat. De este modo, la producción de cítricos mediante esta técnica es superior a 1.166.500 toneladas, lo que representa un 14,3% más que en el ejercicio anterior. Destaca también la implantación de la producción integrada en el cultivo de la vid. En este caso, el número de parcelas adscritas asciende a 9.841, correspondientes a 1.937 agricultores, cuya producción se prevé que alcance las 152.000 toneladas de uva aproximadamente. Este modelo utiliza métodos que tienen en cuenta la rentabilidad del cultivo y la protección del medio ambiente, de ahí que se busque disminuir el uso de productos químicos e incorporar técnicas de lucha integrada para la prevención y control de enfermedades. Además de los cítricos, el níspero y la vid, la Producción Integrada también se desarrolla en el cultivo del olivar, arroz, tomate y pimiento. La Lucha Integrada La Lucha Integrada consiste en un método de control de plagas y enfermedades que prioriza el uso de métodos de control cultural, biológico, genético y biotecnológico frente a los químicos. Además, los procedimientos utilizados tienen que ser satisfactorios desde el punto de vista económico, ecológico y toxicológico. Esta forma de combatir las plagas, a diferencia de la lucha con fitosanitarios, no tiene como finalidad destruirlas por completo, sino mantener sus niveles por debajo de unos umbrales que permitan al productor pueda obtener una cosecha rentable.
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