En la jornada, se ha tratado, entre otros temas, los sedimentos que aterran el lago, la calidad del agua, los caudales que no llegan o la vegetación desaparecida.
Según han indicado los expertos, el alarmante descenso de los caudales -de los 500 hectómetros cúbicos de los años 70 a los apenas 200 Hm3 de la actualidad-, la baja la calidad del agua y la existencia de gran cantidad de sedimentos en el fondo y en los canales de comunicación con el mar han reducido considerablemente el calado.
La consecuencia de todos estos problemas ha sido la desaparición de la vegetación sumergida, sustituida por una proliferación de algas cianofÃceas, y con ello la descomposición de la pirámide trófica, provocando una drástica reducción de las especies acuáticas y de la diversidad de las poblaciones de aves.
Ambos expertos han coincidido en que es necesaria la implicación de la sociedad valenciana pues, según ha expresado Boira, "hay una falta de educación, de formación de las personas para que sepan apreciar los valores medioambientales" que representa la Albufera.
En la imagen, un pescador en uno de los canales de la Albufera. EFE-Manuel Bruque-Archivo
