La Cultura del Tupper
toma cada vez más fuerza y se convierte en un nuevo modo de alimentación debido a motivos económicos de tiempo o salud.
Madrid 28 de enero de 2012
Llevarse la comida al trabajo en una tartera es una costumbre cada vez más extendida pero no exenta de riesgos. La proliferación de bacterias y el desprendimiento de aditivos del plástico son algunos de los peligros de los que nos advierte
Javier Tejedor
, profesor de de
la Universidad en Internet(
UNIR) y experto en nutrición.
Por las principales vÃas de la grandes ciudades, resulta cada vez más frecuente encontrar a gente, muchas veces trajeada, luciendo un contendedor de tartera a modo de pequeño maletÃn.
La Cultura del Tupper toma cada vez más fuerza
y se convierte en un nuevo modo de alimentación debido a motivos, principalmente económicos aunque también de tiempo y de salud.
Aunque
"comer de tupper puede ser tan saludable como hacerlo en casa",
según Tejedor, hay que cumplir unos requisitos, a veces difÃciles, como la refrigeración y el calentado en cristal.
Los peligros del transporte y su exposición a diversas temperaturas son los peligros más comunes
. "Hay alimentos que se pueden contaminar si no tienen refrigeración", explica este profesor de UNIR experto en alimentación, que recomienda elevar la temperatura de calentado al 70%.
Se trata de una temperatura, denominada "higiénica", más o menos equivalente al doble de lo que se hace habitualmente. AsÃ, explica: "Nosotros solemos calentar a 40 grados; por lo que habrÃa que calentar los alimentos dos veces a la misma temperatura", y asegura: "Sólo asà evitaremos las bacterias como la salmonelosis o E coli que produce problemas gastrointestinales y diarrea".