El séptimo arte ha conferido una gloria inesperada a las cuevas de Paterna. Desde que el director manchego Pedro Almodóvar fijara el objetivo de su cámara en este singular espacio como escenario de su película 'Dolor y Gloria', la fama de estas antiguas viviendas de origen humilde no cesa de crecer. La localidad no quiere perder la oportunidad de dar a conocer este patrimonio municipal, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 1971, y trata ahora de explotar el efecto Almodóvar con una ruta por los escenarios de la película.
Las Cuevas de Paterna, de la mano del conocido cineasta, tuvieron su momento en la gala de los premios Goya celebrada esta semana en Málaga. El viaje por la vida y obra del genio manchego, conquistó siete Goya. Y esto no ha hecho más que empezar. El filme, protagonizado por Antonio Banderas y Penélope Cruz, ha logrado cuatro nominaciones a los Oscar, en cuya gala estos oscuros hogares de antaño volverán a brillar con luz propia.
Pero aunque sean muchas las personas que hayan conocido ahora de su existencia, las cuevas de Paterna guardan mucha historia en su interior. Ubicadas en el centro de la población, junto a la Torre Árabe, se trata de un grupo de viviendas excavadas a las que se accede a través de un patio común. Cada una de ellas tiene una puerta flanqueada por dos ventanas. Tras el acceso se desarrolla un pasillo, a los lados del cual se distribuyen las habitaciones. La compartimentación interior se realiza con muros de un metro de grosor. Las dimensiones de las cuevas varían entre los 70 y 160 metros cuadrados, llegando en algún caso a alcanzar los 240 metros cuadrados.
Durante el siglo XIX se produjo un aumento de cuevas en esta localidad de l'Horta Nord, aproximándose a unas 200 viviendas a mediados de esta centuria. Ya en el siglo XX se alcanzó el mayor número de cuevas. Hubo barrios enteros de ellas en la población. De hecho, en 1940 había más de 500 y en ellas vivían el 20 por ciento de sus habitantes. Años más tarde, estas casas de origen morisco se fueron abandonando y muchas de ellas fueron demolidas a consecuencia del desarrollo urbano los años 70. Las cuevas conservadas como patrimonio municipal que trata de evitar el olvido de esa parte de su historia han sido restauradas y forman el llamado Espacio Cultural en el que se muestran piezas arqueológicas y etnológicas.
Aprovechando el éxito de la película de Almodóvar, el año pasado se inauguró la 'Ruta de las Cuevas de Dolor y Gloria' que permite descubrir esas edificaciones tan características del patrimonio histórico, además de conocer detalles del rodaje y de cómo vivían muchos habitantes del municipio a principios del siglo XIX. También se está llevando a cabo un proyecto de regeneración y acondicionamiento del entorno protegido de las cuevas y la torre, que ocupa 10.000 metros cuadrados y donde aún habitan algunos paterneros.