El
sagrado libro de la Biblia abre su primera página con el
espectacular acto de la creación. Al terminar Dios su magnífica
obra determinó modelar al hombre del barro de la tierra y le insufló
su espíritu .Contemplando su obra vió que el hombre estaba muy solo
y le dió una compañera .Dios les dijo:"Creced y multiplicaos y
llenad la tierra". Hoy escuchamos un diferente mensaje, que surge
de las entrañas de nuestra sociedad: ¡Detened el nacimiento de los
hijos! .Incluso se aconseja que usemos procedimientos que restrinjan
la natalidad. Hoy suena muy raro el creced y multiplicaos, unas
veces por razones económicas y otras por motivos de comodidad.
.Pese
a ello nuestra sociedad quiere vivir más libre y no cargar su vida
de obligaciones .Si en la fuente del placer, y por equivocación,
surge la nueva vida de un hijo, se le considera un extraño incomodo
.A mi hijo quiero, pero a mí primero. Mientras la madre hace sus
cálculos el hijo espera la decisión que tome su propia madre, que,
por fin, sentencia su muerte. Acaba de deshacerse de su propio
hijo, carne de su carne. Ha preferido vivir cómodamente y sin
problemas .No quiere inviernos en su vida. No le importa conocer la
carita, los ojos, la risa y la suavidad de su hijo.
Mucha
mujeres, sin embargo, sí deciden que sus hijos crezcan en sus
entrañas y los tejen con amor en su seno .Estos padres siembran vida
y no muerte .Emprenden con enorme cariño la educación de sus hijos.
Son ellos sus mejores maestros. Les enseñan a comportarse,
encienden en su conciencia el espíritu religioso y social y les
ayudan a resolver sus problemas ¡.Bendita la madre que soporta con
valentía y gozo los gritos, peleas, insumisiones de sus hijos, y
encubre sus pequeños dolores con una sonrisa y una palmada suave!
.Estos son los heroísmos de una madre: amabilidad, alegría, buen
humor, saber callar y pasar por alto miles de pequeños detalles. La
formación que recibimos de nuestros padres germina nuestras vidas
.Lo que se aprende en la cuna siempre dura y casa sin madre, rio sin
cauce .Y lo que el niño oyó en el hogar, eso dirá en el portal.
`Los
que hemos contemplado el mundo y la vida se lo debemos a nuestros
padres, que con enorme alegría dijeron sì. Bendita sea la madre que
con valentía y amor nos trajo a la vida. Amor con amor se paga.