Álvaro Montañés en el pleno de toma de posesión del cargo. - epdaPor necesidad para el pueblo y por responsabilidad política. Massalfassar funciona con presupuestos prorrogados desde 2016 y eso hace inviable cualquier proyecto. La coyuntura actual requiere de gobiernos sólidos, con capacidad de decisión y un equipo con 4 concejales de 11 no lo era. El hecho de que todos los grupos votásemos en contra del presupuesto para 2020 fue un punto de inflexión. Hicimos una reflexión: sumamos más concejales, pero sobre todo representamos a más votantes. Todos tuvimos que ceder para alcanzar el acuerdo. De ahí el motivo de la responsabilidad. Posiblemente hubiese sido más cómodo quedarse en la oposición y dejar pasar esta crisis en lugar de intentar gestionarla, pero eso respondería a intereses partidistas y no generales. Hemos sido valientes porque hemos decidido entrar a gobernar en el peor momento, pero Massalfassar lo merece. Por último, están las formas. Coincidíamos también todos los grupos en que hay otra forma de hacer las cosas. Asumo que un político se presenta por un partido y con un programa, que debe responder ante quienes le han votado, pero también es alcalde de aquellos que no lo hicieron. Sobre todo, si los que no te han votado son más que los que sí lo han hecho.
Creo que votó en conciencia. El menosprecio de Compromís hacia él ha sido constante. La campaña para que votase en contra de la moción fue intensa, pero cuanta más presión ejercían, más dudas había sobre su voto. No negociamos su adhesión, pero considero que su respaldo a la moción es una enmienda a la totalidad a la actuación del anterior equipo de gobierno. El rechazo a su manera de actuar era algo que se respiraba en cada pleno.
La no aprobación de los presupuestos fue el origen de las primeras reuniones.
Tal como refleja el acuerdo con las otras formaciones sserá hasta el mes de agosto del próximo año 2021.
Cambiarán en que tengo claro que soy alcalde de todos y para todos, no sólo para aquello con lo que me identifique. Desde la humildad, me gustaría dejar un sello de diálogo, moderación y respeto, de un trato amable a los vecinos, escuchar, sin discriminar a nadie, sin dogmatismo, ni crispación. Vamos a tratar de marcar la agenda y no que la agenda nos marque a nosotros. Aspiro a buscar soluciones y no culpables. A partir de ahí, veremos qué proyectos podemos acometer en este período. Además, es lo que me he encontrado estos diez primeros días, empresas, vecinos o entidades que necesitaban diálogo, atención, interlocución y comprensión. Si somos capaces de encontrar soluciones, cerraremos el círculo.
Siempre me había preocupado más el día después de la investidura que la negociación de la moción. Pero existe una enorme sintonía personal entre los seis miembros y, sobre todo, somos conscientes de la necesidad de centrarnos en aquellas cosas en las que coincidimos que requiere Massalfassar. Los seis somos importantes. El objetivo es común: Massalfassar, por encima de siglas e intereses de partido o personales.
Aprobar un presupuesto para 2020 que nos permita atender las demandas surgidas del COVID. Ahí creo que todos los colectivos locales debemos ser solidarios y conscientes de la realidad económica. Porque además ese presupuesto debe resolver la deuda de 60.000€ del anterior equipo de gobierno. La redistribución de las inversiones será otro de las cuestiones que debatiremos.Más allá de los trazos gruesos, también serán importantes los detalles en el día a día para un óptimo mantenimiento de las instalaciones, las calles limpias, la atención ciudadana, la mejora de la movilidad urbana, adaptar la entrada al colegio en septiembre, concretar un programa de actividades para agosto.
Emocionado y a la vez tranquilo. Tenía nervios previos, claro, pero estaba muy convencido de la decisión, de los argumentos y de mi intervención. Hubo momentos en los que me pudo la emoción, como cuando iba a jurar el cargo, que no me salía la voz, pero desde el primer día me siento muy sereno, seguro, confiado y capacitado, además de responsabilizado. Es un honor ser alcalde de tu pueblo y no eres consciente hasta que no llega ese momento.
Absolutamente. Siempre bromeo diciendo que este proceso me ha hecho más pepero, pero es que siempre me han mostrado lo mismo: lo primero son las personas, sin directrices. "Si no vas a estar a gusto no se hace". Es algo que me han recalcado referentes como Miguel Bailach, presidente comarcal, Modesto Martínez, diputado provincial, Ximo Soler, ex alcalde de Massalfassar e incluso Isabel Bonig. Sin su cariño, personal y no político, la negociación no hubiese prosperado.
Mis padres con orgullo y alegría. Mi pareja supone un apoyo básico en mi vida y también en esta aventura. Asume el sacrificio de perder calidad de vida, tiempo juntos, pero me anima y me aporta. Es una actitud muy generosa y sin su apoyo no hubiera dado el paso. Mi hijo tiene 4 años y espero sinceramente que no lo note demasiado. Ojalá dentro de un año, sigan estando orgullosos de mí.
No me gustaría. Hay que aprender a ganar y saber perder. La moción no era contra Compromís sino a favor de Massalfassar. El espectáculo de cargos públicos y simpatizantes de Compromís lanzando monedas o recriminando al edil socialista su voto no fue muy edificante, pero también creo que va en su forma de actuar. El PP siempre ha sido leal al equipo de gobierno, porque eso implica ser leal a Massalfassar. Nuestra oposición siempre ha sido constructiva y propositiva. Hay que recordar que los presupuestos de 2016 se aprobaron con nuestra abstención. Para mí, el respeto, la educación, el diálogo, la moderación y las formas son innegociables, una seña de identidad. No seré yo quien genere crispación. No lo hice desde la oposición y mucho menos ahora por el cargo que ocupo y respeto y que intentaré dignificar en todo momento, no sólo por mí, sino porque represento a mi pueblo. Asumo la crítica política, pero no el insulto, ni en política ni en ningún otro ámbito. Pero qué tipo de oposición quiere hacer Compromís, corresponde decidirlo a Compromís y en el primer Pleno de la nueva corporación ya vimos el tono. A nosotros nos encontrará con la mano tendida, pero también con los argumentos preparados.
