El 31,5% (más de 900.000) de los conductores valencianos presenta
deficiencias en ametropÃa (miopÃa o hipermetropÃa) lo que
dificulta que vean con nitidez señales o marcas viales, asà como el
cálculo correcto de distancias de seguridad, velocidad de otros
vehÃculos y, en consecuencia, se alteran los tiempos de reacción.
El
9% presenta dificultades de visión en condiciones óptimas de
iluminación, porcentaje que aumenta hasta el 30% en situaciones de
baja iluminación. Ante un deslumbramiento, el 44% de los conductores
tarda más de 20 segundos en recuperar totalmente la visión central
y el 11% de los conductores presentan deficiencias en campimetrÃa
(vista lateral).
Estos son algunos de los resultados del macroestudio
'in vivo' realizado por Essilor, la Fundación Española para la
Seguridad Vial (Fesvial) y el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial
(INTRAS) de la Universitat de València, con la colaboración de
Cepsa, a más de 3.200 conductores de toda España.
Esta iniciativa, enmarcada en el acuerdo global entre Essilor,
compañÃa lÃder mundial en lentes oftálmicas, y la Federación
Internacional del Automóvil (FIA), para concienciar a los
conductores bajo el lema "La seguridad vial empieza por una
buena visión" puesta en marcha el pasado año, consiste, por
un lado, en un estudio de opinión sobre hábitos,
creencias y actitudes sobre la visión y conducción y, por otro, en
la investigación para profundizar y conocer realmente el "estado
de la salud visual" de los conductores españoles a través de
unas pruebas visuales especÃficas para la conducción,
complementarias al examen visual habitual que realizan los
profesionales de la visión.
AsÃ, se han medido capacidades vitales para la conducción tan
relevantes como la agudeza visual binocular de lejos, sensibilidad al
contraste, capacidad de recuperación ante un deslumbramiento,
percepción cromática y campo visual, entre otras variables. Todo
ello con la colaboración de Cepsa, que ha cedido diferentes espacios
en sus Estaciones de Servicio para desarrollar las pruebas. Se trata
del estudio de mayor dimensión con pruebas de diagnóstico realizado
a conductores en carretera del que se tenga constancia.
Según Pedro Cascales, Vicepresidente de Essilor
España, 'Desde Essilor hemos querido dar a conocer los
resultados tan preocupantes de este estudio haciéndolo coincidir con
los millones de desplazamientos que se inician estos dÃas, para que
todos los conductores sean conscientes de la importancia de una buena
visión al volante para la seguridad de todos. Quiero hacer un
llamamiento a los conductores por responsabilidad hacia ellos mismos
y a los que les rodean para que por favor revisen su visión'.
Una de las principales conclusiones de las pruebas realizadas es
que el 31,5% (más de 900.000) de los conductores valencianos
presenta deficiencias en ametropÃa (miopÃa o hipermetropÃa) lo que
dificulta que vean con nitidez señales o marcas viales, asà como el
cálculo erróneo de distancias de seguridad, velocidad de otros
vehÃculos y, en consecuencia, de los tiempos de reacción.
El 30% de los conductores presenta dificultades de visión en
situaciones de baja iluminación. Esto afecta a su capacidad de
adaptación y reacción en situaciones como el amanecer o el
atardecer, además de complicar la conducción en condiciones
climatológicas adversas. Es importante destacar también que la
conducción nocturna con mala visión es un claro riesgo ya que
reduce la agudeza visual en un 70% y la captación de la profundidad
puede llegar a ser 7 veces menor.
El profesor Luis Montoro, presidente de Fesvial y Catedrático
de Seguridad Vial de la Universitat de València afirma
que 'Los accidentes de tráfico nocturnos son los que
registran una letalidad más elevada y el 27,5% de los siniestros en
carretera se producen en condiciones de iluminación insuficiente.
Sin duda, la conducción nocturna con mala visión es un claro riesgo
ya que reduce la agudeza visual en un 70% y la captación de la
profundidad puede llegar a ser 7 veces menor'.
En condiciones óptimas de iluminación, el 9% también tendrÃa
dificultades, lo que supone la detección tardÃa de estÃmulos,
mayor esfuerzo en la interpretación de las señales de tráfico o
dificultad en la estimación de distancias o velocidad de otros
vehÃculos.
En el caso del deslumbramiento por otro vehÃculo, situación a la
que reconocen enfrentarse con mucha o bastante frecuencia el 30% de
los conductores valencianos, o el deslumbramiento a la salida de un
túnel, algo habitual para el 13% de los conductores, la capacidad de
recuperación es clave. En la realización de esta prueba, se
comprobó que el 44% de los conductores tarda más de 20 segundos en
recuperar totalmente la visión central tras un deslumbramiento.
Curiosamente los conductores profesionales muestran un tiempo medio
de recuperación menor que los conductores no profesionales.
El tema del deslumbramiento cobra especial relevancia si tenemos
en cuenta que a 120 km/h, un tiempo de recuperación de solo 5
segundos significarÃa recorrer 170 m sin una visión correcta.
El profesor Montoro comenta en este punto 'las
primeras horas de la mañana o de la tarde, la conducción nocturna
en carreteras de doble sentido, las entradas y salidas de túneles o
situaciones en las que el cambio de iluminación es brusco, pueden
dejar nuestra visión durante un tiempo bloqueada con los
consiguientes riesgos para nuestra seguridad y la de los demás'.
Analizando la campimetrÃa, extensión del campo visual del ojo,
desde los 45° a los 100 °, el 11% de los conductores de la
Comunidad Valenciana presentan deficiencias, lo que supone
dificultades para gestionar situaciones de tráfico como
intersecciones, cambios de carril o adelantamientos. Los problemas en
campimetrÃa tienen mucho que ver en los atropellos a peatones (la
mayorÃa por irrupción lateral), entorpece la visión de los
retrovisores, incrementa el ángulo muerto y dificulta el campo
visual conforme aumenta la velocidad.
Respecto a este problema, el profesor Montoro comenta
que 'la disminución de la amplitud del campo visual a altas
velocidades, unida a la que ya se produce de manera natural por el
efecto túnel serÃa a 65 km/h el campo visual es de 70°; a 100 km/h
es de 42°; a 130 km/h se reduce a 30°, por lo que el riesgo de
siniestralidad se multiplica si el conductor ya cuenta con
dificultades de por sÃ.