Más de la mitad de los incendios registrados en 2018 en la
comarca del Camp de Morvedre, concretamente el 60% de los casos, se
concentraron en los meses de más frío. Según los datos facilitados
por el Consorcio Provincial de Bomberos de València, de los 27
incendios declarados durante el último año en los distintos
municipios de la comarca, un total de 16 se han producido durante la
época de bajas temperaturas (de noviembre a abril).
Por localidades, la ciudad de Sagunt registró durante estos meses
12 incendios de los 16 totales registrados en todo 2018. Albalat dels
Tarongers sufrió un incendio en marzo de 2018; Algímia d'Alfara
registró un incidente en enero de 2018; en Estivella se declaró un
incendio en marzo de 2018, y en Quart de les Valls hubo un caso en
octubre.
El resto de incidentes producidos en 2018 se registraron en los
meses de mayo con cuatro fuegos en Sagunt, en Benifairó de les
Valls, en Alfara de la Baronia, y en Canet d'En Berenguer,
respectivamente. Además, en Sagunt se declararon otros casos en
junio (dos incendios), julio (otros dos), agosto (un incendio) y en
septiembre (un fuego).
En este sentido, cabe destacar que el Consorcio Provincial de
Bomberos de València ha alertado del repunte de incendios en
viviendas con la llegada del frío, a partir del mes de octubre, una
tendencia ya apreciada en años anteriores. Y es que en 2017 también
se registraron más de la mitad de los incendios producidos en la
comarca en la época de las bajas temperaturas.
El presidente del Consorcio, Josep Bort, ha concretado que las
principales causas de estas emergencias son eléctricas, por aparatos
en malas condiciones, sobrecargas y cortocircuitos. De hecho, uno de
los últimos incendios registrados, en este caso en una vivienda del
núcleo de Port de Sagunt el pasado mes de diciembre, fue provocado
por la explosión de un adorno eléctrico del árbol de Navidad.
Otras causas son los aparatos de calefacción como estufas,
radiadores, chimeneas y braseros en estancias sin ventilación. "Si
están en funcionamiento durante un tiempo prolongado y las puertas y
ventanas están cerradas, se consume el oxígeno y se forma el mortal
monóxido de carbono", ha detallado Bort.
Detrás de otros incendios están las chimeneas con mal
mantenimiento, braseros debajo de mesas camilla, estufas eléctricas
y velas, y las estancias en las que más incendios se producen son el
comedor, el dormitorio y la cocina.
El
Consorcio ha insistido en que "la prevención es clave para evitar
estas situaciones", como revisar los aparatos de combustión
líquida o con gas inflamable, colocar detectores automáticos de
humo, vigilar las fuentes de ignición, como las velas, y que se
apaguen siempre antes de acostarse.