La piel del rostro y el escote están expuestos continuamente a la polución, cambios de temperatura, el sol... y cuando menos lo deseamos nos damos cuenta de que parece cansada y sin vida. Un modo sencillo para enriquecerla y aplacar su desgaste es aplicar una mascarilla de plátano una vez a la semana.
La preparación es muy sencilla: se machaca un plátano y medio yogur natural hasta hacer una pasta. Disponemos el ungüento sobre la zona a tratar y lo dejamos actuar media hora aproximadamente. Para eliminar la mascarilla es aconsejable usar abundante agua tibia.
El platano, además de ser una merienda deliciosa y nutritiva contiene vitamina C, betacarotenos, ácido fólico, potasio, magnesio y fósforo. Todos estos elementos revitalizan la piel a través de la mascarilla.