Poner un negocio en marcha hoy por hoy en época de crisis
no es tarea fácil, y quien lo hace a parte de emprendedor se puede decir que es
un auténtico valiente a la par que un poquito temerario. Si tuviera que definir
la figura del emprendedor dirÃa que es una persona creativa, arriesgada,
flexible y organizada entre muchÃsimas otras cosas que requiere el llevar adelante un sueño,
porque al final cualquier negocio no es más que el resultado final de aquello
que muchos cuando cierran los ojos e incluso con ellos abiertos sueña algún dÃa
que se materialice.
En el caso que nos ocupa, nuestro emprendedor que, cumple
con todos los requisitos y más para llevar este apelativo, ha materializado su
sueño montando una barberÃa en Puzol al más puro estilo de la vieja escuela,
esto es ni más ni menos volver al pasado con sólo cruzar el umbral de la puerta
y encontrarnos con el protagonista indiscutible que no es otro que el sillón de
barbero Jaso una reliquia casi centenaria que si hablase nos contarÃa toda
clase de historias, y es que si nos remontamos a la época helenÃstica verÃamos
como las barberÃas se convertÃan en centros de encuentro y charla mientras
auténticos profesionales como Poli, se encargaban de arreglar cabellos y barbas.