En la portada de tu libro "Inferior" se puede leer: cómo la ciencia infravalora a la mujer y cómo las investigaciones reescriben la historia. ¿Hay muchos mitos sobre las mujeres basados en supuestas evidencias científicas?
Para comprender el origen de este problema debemos remontarnos al nacimiento de la ciencia moderna en Europa, a finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII. Durante esta época la sociedad acepta de manera general la premisa incuestionable de la inferioridad intelectual de la mujer respecto al hombre, al mismo tiempo que las mujeres se encuentran fuera de las universidades y de cualquier centro académico europeo. Por tanto, no debería sorprendernos que este ambiente se trasladara a la ciencia y que muchos estudios intentaran descubrir aquellas evidencias científicas que pudieran demostrar la inferioridad intelectual de las mujeres. Aún cuando las investigaciones han probado lo contrario con el paso del tiempo, todavía hoy en día se continúan buscando evidencias científicas de esta inferioridad en el tamaño del cerebro o en la estructura genética de la mujer.
Al respecto, mencionas en tu libro una frase de Charles Darwin: "Opino que, si bien las mujeres suelen superar a los hombres en cualidades morales, intelectualmente son inferiores".
Cuando descubrí esta frase de Darwin entre su correspondenciano daba crédito. Sin embargo, tenemos que entender que la gran mayoría de la sociedad en aquella época razonaba en estos términos y Darwin no fue la excepción. Al observar el mundo que lo rodeaba, veía que las mujeres no habían conseguido los mismos logros intelectuales que los hombres y asumió que esta diferencia no era debida al hecho de que las mujeres no tuvieran derecho al voto, acceso a la educación o a las universidades, sino que su conclusión fue que debía existir un razón científica por la cual se pudieran explicar estas diferencias entre hombres y mujeres.
Quizás la biología es el campo de la ciencia donde más se intentan buscar estas evidencias científicas que apoyen las diferencias entre hombres y mujeres. ¿Cuál es el motivo?
El momento en el cual los humanos estudian a los humanos es cuando aparecen los sesgos y las consecuencias históricas de una sociedad que arrastra siglos de prejuicios y estereotipos. Estos condicionamientos se trasladan al campo de la biología de tal manera que lo que idealmente debería hacerse cuando se estudian las diferencias de sexo es mirar las evidencias y después extraer las conclusiones, pero lo que ocurre a menudo es que comenzamos con conclusiones ya sesgadas y después buscamos las evidencias que las apoyen.
¿Significa esto que no debe buscarse un origen biológico a las diferencias entre hombres y mujeres, sino que es la sociedad y la cultura la que realmente crea esas diferencias?
Cuando estudiamos a un humano adulto ¿cómo podemos asegurar que el comportamiento que muestra, las habilidades que ha adquirido, sus capacidades, su manera de pensar, tienen un origen puramente biológico o bien son el resultado de algún proceso cultural influenciado por el entorno social? Es un debate muy complicado de cerrar de una manera concluyente.Lo que sí que tenemos claro es que designar a las mujeres como el sexo débil es biológicamente injusto.
Comentas que las investigaciones reescriben la historia. En particular discutes acerca de cómo nuevos estudios parecen indicar que la teoría del hombre cazador y la mujer recolectora en la prehistoria no es correcta.
Durante mucho tiempo, en el campo de la paleoantropología,ha imperado esa imagen del hombre que ejerce el papel de cazador fuerte y la mujer desempeñando la tarea de recolección y crianza de los niños. Sin embargo, cada vez existen más evidencias de que la supervivencia de la especie humana y su posterior desarrollo solamente pudo ser posible graciasa la colaboración y reparto de estas tareas por igual entre hombres y mujeres.
Es complicado rebatir este tipo de teorías, precisamente porque se apela al argumento de autoridad de la evidencia científica. ¿Crees que se debería cambiar el enfoque actual en la educación científica?
Al enseñar ciencia lo hacemos transmitiendo una serie de conocimientos y de metodologías, sin hacer referencia en ningún momento a que la ciencia no es un conjunto de verdades absolutas e inmutables. Al igual que ocurre en otras disciplinas como el arte, la literatura o la filosofía, estoy completamente convencida de que es necesario fomentar el pensamiento crítico cuando educamos en ciencia y explicar que a veces la ciencia genera ideas equivocadas. Pero que son el debate y las evidencias científicas las que hacen cuestionarse esas ideas equivocadas y corregirlas. Así es como la ciencia funciona realmente y no es malo o un síntoma de que no se deba confiar en la ciencia. Este debate es el que hace avanzar el conocimiento y dudar de lo que creemos saber.
¿Está mejorando la situación acerca de cómo la ciencia ha infravalorado a la mujer?
En líneas generales cada vez hay más conciencia acerca de la igualdad entre el hombre y la mujer. No únicamente en el ámbito científico o desde la ciencia, sino en todos los ámbitos sociales. A pesar de ello, vivo con preocupación los recientes movimientos extremistas que comienzan a emerger en países como Hungría, Brasil o Estados Unidos, los cuales suponen graves amenazas y un claro retroceso respecto de los derechos de la mujer. Derechos por los cuales nuestras madres y abuelas lucharon para conseguir no hace tanto tiempo.