Parece ser -y digo bien- que tras cuatro larguÃsimos años de espera, se ha licitado por parte del Ministerio para la Transición Ecológica el proyecto de regeneración de las playas del sur de Valencia, por un montante de 30 millones de euros. Se pretende con ello frenar la regresión que sufren estas playas lo cual ponÃa en Jaque al mismÃsimo Parque Natural de la Albufera, por lo que se consideraba una actuación prioritaria... y lo que te rondaré morena.
Tras cuatro años de retraso, como no podÃa ser de otra manera pues es algo consustancial con el gobierno sanchista que soportamos y padecemos, no acaba ahà la cosa. Resulta que hay problemas con la Cámara de Contratistas de la Comunidad Valenciana, que se plantea una impugnación pues esta actuación se tiene que realizar en seis meses - tras estar cuatro años en el limbo - y en tan poco tiempo no existen dragadoras en España que sean capaces de extraer la arena necesaria que se halla frente a las costas de Cullera y Sueca, por lo que habrÃa que acudir al extranjero, con lo cual se limita la libre concurrencia empresarial a la licitación del proyecto. Por si esto fuera poco, parece ser que no está actualizado el precio que, con la inflación reinante y después de cuatro años, estarÃa absolutamente desfasado.
Con esta actuación a lo largo de siete kilómetros de playa, se pretende la recuperación de la lÃnea de costa de 1965, vertiendo unos tres millones de metros cúbicos de arena. Perfecto, pero a mi modo de ver, surge otro problema a posteriori; veamos : si solo nos dedicamos a "colocar arena" y no la protegemos de eventuales danas, temporales, ciclogénesis explosivas y demás peligros atmosféricos - relacionados o no con el cambio climático -, toda esta actuación se puede ir "a fer la má" - y nunca mejor dicho - tras varios temporales de levante, con lo que volverÃamos al punto de partida pero palmando treinta kilos de dinero público QUE ES DE TODOS Y CUESTA MUCHO. Yo no soy ningún técnico en la materia; doctores tiene la Iglesia para ello y haberlos haylos.
Pues que se manifiesten y que tomen cartas en el asunto. A mà tan solo me mueve el sentido común, la lógica y el amor desmesurado que le tengo al Parque Natural de la Albufera, y pienso que serÃa imprescindible colocar también "arrecifes artificiales y/o espigones" con criterio cientÃfico, - que para eso contamos en Valencia con una de las mejores universidades politécnicas del mundo -, a lo largo de esta actuación y que, además, tendrÃa una doble función : básicamente su protección con respecto a la "furia del mar" y además se desarrollarÃa en ellos una gran biodiversidad marina en cuanto a a flora y fauna - incluyendo aves marinas - creando asà oportunidades nuevas de práctica deportiva sostenible (buceo), con el consiguiente polo de atracción turÃstico de CALIDAD que, unido a los ya de por sà existentes en este Parque Natural, serÃa un factor clave que quizás pudiera determinar favorablemente el devenir del propio Sidi Saler y salvarlo, dándole una utilidad.
En Valencia, y en el Parque Natural de la Albufera en concreto, es totalmente compatible la protección del medio ambiente y sus diversos ecosistemas, con el desarrollo social y económico que significarÃa el turismo de calidad bien organizado/programado y, sobre todo, la educación ambiental, para lo que harÃan falta infraestructuras que están ahà y que se quieren demoler. Para estas otras cosas, contamos con un presupuesto adicional de la Autoridad Portuaria ( tan denostada por algunos ) asà como de fondos europeos y, además, se podrÃan "estirar" tanto la Generalitat como el Ayuntamiento, que aportan mucha "pasta pública" de forma superflua a ciertas asociaciones culturales que todos conocemos. Esto serÃa una buena IDEA pero, por desgracia, no cabe en la mentalidad del actual Equipo de Gobierno que está de salida por obsoleto, retrógrado, ineficaz, sectario y antivalenciano. Ecologistas de boquilla, cerrados al progreso económico de Valencia y anclados en la prehistoria polÃtica, social y económica. Vamos una pandilla de negados e ineptos que en el próximo mayo, tenemos que poner de patitas en la calle.