Nos hemos quedado con las ganas de ver el esperadísimo y
ansiado dueto entre Chenoa y David Bisbal, entonando 15 años después, aquel 'Escondidos'
con el que se convirtieron en la pareja más admirada de España. Pero esta
primera entrega de 'OT, el reencuentro' sólo ha hecho que dejarnos la miel en
los labios.
Rosa de España ja sido la primera en llegar al lugar elegido
para El Reencuentro, porque ella fue la mejor de la academia, la que encarnó
los sueños de medio país que vivía las ilusiones de la granadina en sus propias
carnes y la que lo consiguió todo en aquel programa. Poco a poco se les han ido
uniendo todos los 'triunfitos' has llegar al colofón y el producto más exitoso
de la factoria 'OT': David Bisbal que ha entrado solo y dando un par de
zancadas.
Noemí Galera y Manu Guiz han sido los encargados de definir
el camino que debía seguir 'El Reencuentro'. Canciones de ayer, de hoy de
siempre, entonadas por los concursantes de OT hace 15 años, para desgranar
cuáles fueron sus sentimientos dentro de la Academia. Todos, supongo por
órdenes del guion, han conservado la alegría de haber pertenecido a uno de los
productos más rentables de la televisión moderna y no han dudado en repartirse
entre ellos alabanzas de admiración, aunque en los confidenciales se esté
hablando de que hay alguna nota discordante llamada Juan Camús. Bisbal ha sido el más ausente de todos. Solo
reaccionaba cuando adquiría algo de protagonismo, pero el resto del tiempo ha
adoptado una actitud como si alguien le hubiese obligado a acudir.
De los testimonios que hemos escuchado (Rosa, Alejandro, Álex
o Geno) el más duro ha sido el del catalán ya que ha lanzado varios dardos
sobre la organización y sobre alguno de sus compañeros como cuando se ha
cuestionado la valía de Camús en las expulsiones y como los productores le
estaban haciendo "un disco a medida" a Bisbal a los pocos días de entrar. Álex,
que formó parte de Fórmula Abierta, ha reivindicado su lugar en la industria musical.
El más impactante ha sido el de Geno Machado. La canaria ha
sabido reinventarse en profesora de artes musicales y ha montado una academia
propia muy parecida a la de OT. La primera expulsada del programa ha revelado
que los primeros cuatro años después de Operación Triunfo fueron muy buenos
pero que después la gente le cerraba las puertas porque "no querían triunfitos".
Ahora asegura que se siente feliz y que acude todos los días a trabajar muy
contenta porque se siente realizada.
Y el más emotivo ha sido el de Rosa. La ganadora de OT ha
recordado que no estaba preparada para afrontar un reto de esas características
y que "todo lo que me habían enseñado mis padres no servía para nada". Pero en
la Academia aprendió a crecer y se formó, no solo como cantante, sino como
persona.