Toda España convulsionada y no es para menos. Con el
COVID-19 dando juego a la loterÃa del desconfinamiento, como excusa para los
profesionales de la mentira oficial, la holgura ética y moral del gobierno social-comunista
sigue dándonos dÃas de gloria. Las sedes del empresariado español, sindicatos
de clase y demás partes del "diálogo social" bullÃan ante el anuncio y puesta
en escena, de manera "cristalina", del pacto a tres entre sanchistas, podemitas
y bilduetarras. Todos escandalizados y un follón de narices, protagonizado por
el gran embaucador de Sánchez, con la derogación de la tan sufrida y heroica
Reforma Laboral del Partido Popular y lo no menos inquietante, el trato
preferencial en su capacidad financiera a ayuntamientos y gobiernos del PaÃs Vasco
y Navarra, consagrando la desigualdad entre españoles.
Su sibilina estrategia bien direccionada desde los
laboratorios monclovitas, conseguÃa confirmar la TeorÃa de conseguir engañar a
todos, todo el tiempo. Algo relativamente fácil para quien está acostumbrado a
regirse por su propio manual de supervivencia. Pero la realidad es que este
acuerdo venia de lejos. Desde la conformación de ese nuevo frente-popular que
pergeño la moción de censura contra Rajoy, como quedo bien patente en el
discurso de investidura de Sánchez.
Un movimiento estratégico, Sánchez no da puntada sin hilo,
que aventura a visualizar nuevos escenarios polÃticos en el corto plazo.
Escenarios que tienen su primera cita el 12 de julio. Con Galicia entregada ya
a Feijóo, allà los frankenstein no cuajan, Moncloa ha puesto el ojo en el PaÃs
Vasco. Los fieles e interesados nacionalistas abandonados a su suerte en un
plis-plas, no se van a quedar quietos y venderán cara su fidelidad humillada. Lo
veremos enseguida con la presentación de los Presupuestos tras el verano. Esta
patada hacia delante de Sánchez presenta un nuevo órdago polÃtico que puede
convulsionar aún más, el mapa polÃtico, provocando un efecto dominó. Alianzas
que se romperÃan y otras que se forjarÃan con el nuevo escenario, con Cataluña
en modo preelectoral pendiente de la dura pugna entre ERC y JxCat. Sánchez no
puede perder tiempo para apuntalar su jugada. La tendencia al alza del Partido
Popular y la posibilidad de una coalición España Suma del bloque de las
derechas esta ahÃ.
Una posibilidad de reeditar un tripartito de izquierdas en
las vascongadas, que abre una ventana de oportunidad para apuntalar esa nueva
normalidad, con la confirmación de la nueva mayorÃa que desbancarÃa
al PNV de Ajuria-Enea. Todo un golpe para el nacionalismo vasco y su extensa
red clientelar, tras décadas de control absoluto (con el parántesis de Patxi
López 2009-2012).
Una fórmula que Sánchez viene explotando bien. La Comunitat
Valenciana es un buen ejemplo con su Botánic, a pesar de tener como Presidente
a uno de los últimos socialdemocrátas, especie en vÃas de extinción tras la
irrupción del Sanchismo. Un modelo que se ha ido extendiendo por toda la
geografÃa, con la reedición del frentepopulismo que busca reescribir su
historia. Por cierto, Navarra ya sufre ese modelo como cabeza de puente para la
futura anexión vasca. Piezas en un tablero en el que se está reconfigurando
España tal y como se forjó durante esa etapa, ahora tan añorada por tantos, de
la Transición.
Sanchez necesita gestionar el caos y ahÃ, su alfil más
preciado, dirÃa que imprescindible para seguir llevando la iniciativa polÃtica,
se llama Pablo Iglesias. Sin prisa pero sin pausa, como buen comunista, el Vice
va ganando protagonismo. Él lo sabe y Sánchez lo necesita para articular un
discurso de nuevas expectativas para su público. El problema es que, como
siempre, la izquierda se topa con la economÃa. Pecar de exceso de expectativas,
prometiendo un aumento incontrolado de bonificaciones sociales y sacrificando a
la economÃa real va en su ADN y tiene un precio. Un problema que se agudiza
cuando no dispones de los recursos suficientes, aumentando el desfase entre lo
que ofreces y lo que realmente puedes dar. Una cuestión nada baladà ya que no
se puede olvidar "que no es la institución polÃtica, el Estado Social, la
que proporciona el bienestar, sino las fuerzas económicas y sociales de la
sociedad" (Gitta Ionescu). La realpolitik que te descubre quien aporta los
recursos vÃa impuestos para obtener los ingresos necesarios con los que
financiar todas las polÃticas sociales.
Un escenario apasionante sin duda. El neomarxismo populista
resurgiendo de los cascotes del muro de BerlÃn para amenazar la mundialización.
Buscan el desquite de esa gobernanza multinivel global, que desnudó al
comunismo en su fracaso de dirigir y planificar la economÃa como modelo de
bienestar. Una mundialización que puso en manos transnacionales el sistema
económico con lo que se hace imposible volver al aislamiento económico que al
final subyace en su ideologÃa. Por eso, estamos todos pendientes de lo que
ahora, aún más tras las últimas decisiones del Gobierno, digan Merkel & CÃa,
amén de los organismos reguladores internacionales, los que te dan crédito si
generas confianza. La partida sigue en marcha y sus secuelas serán trágicas,
porque además de jugar con el bienestar de las personas, nos estamos jugando el
futuro de nuestra democracia.