Imagen del acusado en el banquillo. EFE-Francisco Tomás-Valiente.Un valenciano de 36 años se enfrenta a una acusación de violación y malos tratos habituales, por los que la fiscal le pide veinte años y nueve meses de cárcel, en base a la acusación que ha dirigido contra él su expareja, con la que convivió en Xà tiva (Valencia) durante cinco años, quien ha declarado en el juicio que la agredió sexualmente y la golpeó en varias ocasiones, en una de ellas con el palo de una escoba.
"Mira lo que te tengo que hacer por no dejarme" tener sexo, le decÃa el agresor mientras la violaba y, al tiempo, la sujetaba y golpeaba, según el emotivo relato que la vÃctima, Elena S., ha hecho hoy en el juicio que la Audiencia de Valencia sigue contra su expareja, Vicente A., que ha negado los hechos.
La fiscal acusa de dos delitos de agresión sexual, uno de ellos en grado de tentativa, y dos delitos de malos tratos, además de otro de injurias, mientras que la defensa del acusado pide su libre absolución.
Aunque durante el juicio han declarado varios testigos, amigos respectivos de la denunciante y del acusado, no existe ninguna prueba de los hechos.
La defensa ha destacado que Elena no ha aportado ninguna denuncia de los malos tratos habituales que, según ella, se produjeron a lo largo de los cinco años que duró la relación, y solo presentó la denuncia un mes más tarde de que terminara la relación, sin añadir tampoco ningún parte médico, y sin haberse querido someter al examen del Instituto de Medicina Legal, que la llamó en cuatro ocasiones sin que se personara en ninguna de ellas.
La vÃctima ha explicado que nunca denunció por miedo al acusado, y que a lo largo de la relación primero le apartó de mi gente, "luego empezó con lo fÃsico, es decir, con empujones, palmetazos... y con insultos, como gorda de mierda. El segundo año, cuando discutimos, me pegó con el palo de una escoba en la espalda", ha agregado.
En cuanto a la violación, ocurrida cuando ella acababa de ser operada de un quiste en el útero (y, por tanto, no debÃa tener relaciones sexuales por vÃa vaginal), la mujer ha contado al tribunal que él no querÃa esperar y le dijo que iban a tener relaciones sexuales "sà o sÃ. Se puso encima de mÃ, me agarraba las manos, me daba bofetadas...". El resultado fue que se le saltaron los puntos, ha narrado.
Este relato de la vÃctima será la principal prueba de cargo y el tribunal deberá decidir en base a la credibilidad que quiera darle y a si, según su criterio, es suficiente como para condenar al acusado.
La denuncia de la joven se apoya en varios testimonios de amigas que, si bien han manifestado que vieron algunos signos de malos tratos (como por ejemplo la marca de la mano de él en el muslo de ella, o moratones) en todo caso no presenciaron los hechos más graves.
Estos testimonios de cargo se ven cuestionados por el que ha prestado un amigo que convivió con la pareja durante un año y que ha declarado que nunca vio ningún signo de violencia, aunque fuera verbal, por parte del acusado hacia la vÃctima.
