La feria líder del sector cerámico, baño y piedra natural, Cevisama, abre sus puertas en una coyuntura muy diferente a la que había en 2020, cuando se celebró su última edición, tras una pandemia, una crisis energética, la falta de contenedores y la escasez de materias primas, entre otras dificultades que han reducido la competitividad. EFE- Kai Försterling
La llegada a las industrias de las ayudas de 450 millones anunciadas por el Gobierno y garantizar una bajada de precios del gas constante se erigen como vías de salida de un año duro para la industria cerámica española, que ha sufrido una caída de la producción del 15 % y de las exportaciones del 13 %.
Así lo ha reclamado este lunes la patronal Ascer en la primera jornada de la feria Cevisama en València, que regresa a la exposición comercial después de su última edición en 2020 con menos expositores y menos superficie para ofrecer las novedades y productos de baldosas cerámicas, azulejos y pavimentos, equipamiento de baño, piedra natural, construcción industrializada y maquinaria.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha reclamado durante la inauguración una excepción a la ley de subvenciones para que el sector cerámico pueda recibir esas ayudas y ha avanzado que, ante la imposibilidad de conceder las ayudas directas de 50 millones habilitadas por la Administración autonómica, estas se van a transformar en préstamos bonificados en mejores condiciones que los que ya gestiona el IVF para esta industria.
Ascer ha reconocido la voluntad de la Generalitat para darle oxígeno al sector y ha lamentado que un gobierno autonómico tenga que buscar fórmulas porque el Gobierno central "se pone él mismo cortapisas" para dar ayudas a quienes las necesitan.
Según ha manifestado el secretario general de la patronal, Alberto Echavarría, han pedido "ayudas, no créditos" que hay que devolver, por lo que seguirán peleando por que lleguen las ayudas de 450 millones del Gobierno, que están condicionadas a que las empresas cumplan con un periodo medio de pago a proveedores inferior a un mes o 60 días con acuerdo de las partes, lo que está dificultando su recepción debido a la situación de morosidad de las empresas.
Echevarría ha asegurado que el Gobierno es consciente de la situación que vive la industria azulejera y el Ministerio de Industria la entiende pero hay otras partes del Ejecutivo -"no sé si es Economía, Hacienda o Presidencia", ha dicho- que "no quieren moverse", ha señalado en relación a la excepcionalidad.
Esa condición afecta también a otras ayudas para los PERTE o de I+D, y puede suponer "un bloqueo" para su concesión dado que en el cuarto trimestre de 2022 en toda España el periodo de pago se situaba en 95 días, según ha detallado.
Puig ha afirmado que en el actual contexto el cumplimiento de la ley de morosidad, que ha sido positiva para la pequeña empresa, "perjudica la agilidad" y poder conceder ayudas directas, por lo que ha pedido una excepcionalidad para que el dinero del Gobierno central llegue "lo más rápido posible" a las empresas.
Por parte del Gobierno valenciano, se ha propuesto a Ascer destinar las ayudas de 50 millones de la Administración autonómica para subvencionar préstamos bonificados para circulante e inversiones como solución intermedia a corto plazo, con un tipo de interés por debajo del mercado y una parte mayor del tramo no reembolsable.
Ese volumen se sumaría a los 50 millones en préstamos bonificados que está tramitando el IVF y para el que se ha registrado una demanda mayor al crédito disponible.
La industria cerámica afronta la crisis energética "apretando los dientes y aguantando el chaparrón" y en estos momentos el gas es cuatro veces más caro que en los últimos diez años pero ha llegado a estar en precios quince veces superiores. "Es imposible recuperar tus inversiones si tu principal fuente de energía para poner en marcha tu fábrica es cuatro veces más cara", ha comentado Echavarría.
Para soportar esos precios, las empresas españolas han trasladado parte del incremento a los precios, una situación diferente a la de sus competidores, que sí han recibido apoyo de su gobierno, y ha resultado en una pérdida de competitividad y de cuota de mercado de la industria cerámica.
La producción ha caído un 15 % frente a un crecimiento del 1 % del competidor italiano, y las exportaciones han bajado un 13 % mientras el país vecino ha subido un 1 %, lo que supone 16 y 14 puntos de diferencia respectivamente.
De cara a 2023, Ascer apunta a la necesidad de garantizar que la reducción de precios del gas es constante para ir recuperando la competitividad perdida durante 2022.
Desde las empresas también esperan otro año complicado y confían en la calidad y diferenciación del producto español, la apuesta tecnológica y el diseño.
Grupo Keraben, que está presente en la feria con un pabellón de mil metros cuadrados de sus marcas Keraben, Ibero y Metropol y su segunda marca Residence, espera que Cevisama les permita establecer relaciones comerciales y poder remontar la crisis: "Como podamos", según indican a EFE fuentes de la compañía.
Desde Aparici, destacan su apuesta por la calidad y ofrecer un producto diferenciado, la inversión tecnológica y el diseño, en la misma línea que siguen desde hace sesenta años.
Su departamento de diseño indica que las tendencias del producto cerámico son dispares pero van enfocadas a convertirse en un recubrimiento altamente decorativo y no solo técnico para chapar suelos y paredes.
