Pilota valenciana: primer deporte BIC de la Comunitat

La deserción por parte de las clases acomodadas, la presencia cada vez más intensa de los automóviles, y por lo tanto del tráfico, y la imposición del fútbol como el deporte supremo, relegaron la pilota valenciana a un segundo plano. Eran los años sesenta y ese nuevo sistema económico, tecnológico, social y cultural, apodado globalización, forzaba a despejar las calles de ciudades y pueblos, el terreno de juego por excelencia del deporte más practicado en la Comunitat Valenciana entre los siglos XV y XVIII.

Pese a su indiscutible esplendor durante la Edad Moderna en estas tierras, ya existían testimonios sobre la práctica de dicha disciplina en lugares tan remotos como la Grecia antigua. De hecho, a las innumerables conquistas del rey Alejandro Magno también puede sumarse la de este deporte, que practicaba con devoción bajo el alegato de 'mens sana in corpore sano'. Algún tiempo después, allá por 1540, un cartel anunciaba la mítica partida que enfrentó al escultor florentino Cellini, con faja roja, con el mismísimo rey de Francia, François I, que lució, para la ocasión, la banda azul. La pilota también fue protagonista durante la Revolución Francesa, cuando a falta de una Asamblea Nacional física en la que pudieran reunirse los diputados, el año 1789 se aprobó la primera Constitución gala en el pabellón destinado al jeu de paume (juego de pelota).

La afición por las diversas modalidades de este deporte experimentó su decadencia en la Península Ibérica a partir del siglo XVIII, sin embargo logró resistir en el actual País Vasco, Navarra y la Comunidad Valenciana, donde además, en los años setenta se abrió un período de recuperación y reconocimiento de la pilota, que coincidió con un proceso de modernización del juego. Tanto es así que, hoy en día, las tierras valencianas cuentan con más de 3.700 jugadores federados y 130 instalaciones en las que se practican las distintas categorías.

En honor a los profesionales de esta disciplina y a todos sus seguidores, la Generalitat Valenciana declaró, el pasado 5 de septiembre, la pilota valenciana como Bien de Interés Cultural (BIC), convirtiéndola así en el primer deporte que goza de este estatuto en la Comunitat. Para el Consell, la pilota integra una serie de aspectos culturales, sociales, etnográficos y lingüísticos que constituyen una evidencia de la "especial indiosincrasia" del pueblo valenciano. "Es nuestra forma de entender la vida", matizaba el President de la Generalitat, Alberto Fabra.

La proclamación de BIC, que es la máxima protección prevista en la Ley de Patrimonio Cultural, ha sido recibida como una valiosa oportunidad por parte de la Federación de Pilota Valenciana. "Creo que la pilota experimentará un gran auge, sin embargo este reconocimiento debe suponer también un compromiso de las administraciones, actuales y futuras, en su esponsorización", manifestó el presidente de la Federación, José Daniel Sanjuán.

En la misma línea se expresó el jugador José Cabanes, Genovés II, quien espera que el BIC sea un buen pretexto para "defender y proteger" este deporte, así como para alcanzar una "mayor inyección económica". El sucesor del legendario pilotari Genovés, hizo hincapié en la necesidad de privilegiar este deporte, y de propiciarle una "ventana al público y al patrocinio".

Fue precisamente durante la celebración de la VIII edición del Mundial de Pilota a mà, cuando se concedió el título de Bien de Interés Cultural a esta actividad, una exclusiva que no dejó indiferente a las distintas delegaciones que participaron. El seleccionador belga, Pascal Mathieu, comentó que en su país no existe una protección similar para ningún deporte. "Lo que hacéis aquí es algo maravilloso. Considero que es fundamental introducir el ejercicio físico en la cultura, ya que son dos cuestiones totalmente complementarias", puntualizó.

En este momento, todas las miradas están puestas en las expectativas de futuro de la propia pilota. Así, desde el sector reivindican la necesidad de enseñar este deporte en las escuelas públicas. "Si no aficionamos a los más jóvenes, dentro de unos años no tendremos nada que hacer", aseguró el seleccionador español, Pascual Sanchís. Es por ello que desde la Federación de Pilota Valenciana, se ha implantado el programa 'Pilota a l'Escola', con el que según datos de la institución cada año se inician en este juego entre 15.000 y 8.000 niños valencianos.