Por qué Telecinco debería suprimir inmediatamente Enemigos Íntimos

Tenía que llegar un programa basado exclusivamente en el odio y la enemistad de famosetes, frikis y famosos. Y tenía que ser en Telecinco. Se llama 'Enemigos Íntimos' y ahí no sólo los invitados llenan varias horas de programación por odiar a otra persona, sino que los propios colaboradores -menos mal que ya no se les llama periodistas, porque la mayoría no lo son o no ejercen como tales- están en nómina porque se pelan entre sí.

No me vale el argumento de que el público es el que manda a través del mando a distancia. Ni siquiera que en este caso el programa sea siempre líder de su franja horaria. Telecinco debería suprimirlo por la nefasta imagen que causa a la cadena y porque está trasladando a la audiencia que el odio y la enemistad son valores que venden.

Estaba acostumbrado a ver polémicas en los múltiples programas que han salpicado la parrilla de la cadena de Fuencarral a lo largo de su historia, pero no se puede caer tan bajo. Me produce pena y vergüenza, al mismo tiempo,  ver cómo personajes de tres al cuarto como Antonio David Flores o Antonio Tejado, insultan sin otro objetivo que ganar notoriedad para asegurarse el sillón.

Asistimos, al mismo tiempo, a una guerra sin cuartel entre productoras de la misma casa, Mandarina -'Enemigos Íntimos', 'Vuélveme loca'- y La Fábrica de la Tele -'Sálvame', 'La Noria', para regocijo de Telecinco, que no sólo no hace nada para evitarlo, sino que dudo que no haya dado consigna de que sigan por ese camino. Es también indecente la persecución que hacen las productoras a los colaboradores que trabajan en la de la competencia. No es lícito, y no debería ser legal, el linchamiento al que someten a Belén Esteban en 'Enemigos Íntimos' y a Aída Nízar en 'Sálvame'. Por cierto, ¿en qué país vivimos que se permite grabar en cámara oculta cómo unos supuestos vecinos de una persona, por mucho que salga en la tele, la ponen a parir, se emitan las imágenes, se hable de ello horas y horas, se haga negocio, y aquí no pase nada?

¿Es esa la televisión en la que sueñan con trabajar los miles de periodistas que están en el paro porque sólo tienen cabida en la mayoría de los programas gentuzilla del tres al cuarto que se hace famosa por uno o varios polvos? Pues de estos polvos... vendrán luego los lodos.