El programa consiste en que los cinco hombres, con los escrotos ya pelados, acuden a televisión a encontrar a la mujer o al hombre de su vida. Pero la novedad estriba en que lo hacen acompañados por sus santas madres, que son decisivas a la hora de ir descartando pretendientas para sus polluelos. A partir de ahÃ, es más de lo mismo: morbo, morbo y más morbo y muchos estereotipos. Uno de ellos es el tÃpico chulo de discoteca al que sólo le interesan las tetas de la hembra y darse el lote delante de la cámara; todos ofrecen un espectáculo bochornoso y ellas están encantadas de ser objetos meramente sexuales. Otro es un guaperas redicho y encantado de haberse conocido. Un tercero es un inseguro y virgen mozuelo, todo inocencia y ternura. El cuarto ya está entrado en años y su madre se ha convertido en la suegra mala malÃsima relevación del programa. Y el quinto, un gay atractivo que no necesita ir a la televisión a encontrar pareja, pero que busca, como el resto, su minuto de gloria.
Entre cita y cita y muchas imágenes subiditas de tono transcurre el programa, impecable en su realización, pero muy peligroso en la imagen que ofrece de la juventud española. Pero es lo que priva en en este paÃs: el segundo programa superó a Antena 3 con casi dos millones de telespectadores y el 10'6% de cuota de pantalla. ¡Más tetas, que es la guerra... televisiva!