La iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en el municipio de Tuéjar es una muestra representativa de la primera arquitectura barroca valenciana, que posee además influencias castellanas. Está declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional, desde el 15 de diciembre de 1982, Real Decreto que firmó el rey Juan Carlos, siendo ministro de Cultura Javier Solana.
Allá por los años 80 hice diversos reportajes sobre dicho templo, una preciosidad del barroco, muy deteriorado por el paso del tiempo y la guerra civil en que fue asaltada, saqueada e incendiada. El programa simbólico de la decoración interior fue destruido por el incendio de los milicianos, junto con la riqueza mueble del interior, quedando reducido a los símbolos marianos de la cúpula, dispuestos sobre escudos soportados por los ángeles.
Esta iglesia del siglo XVII se mantuvo como pudo. La conocí en mi época de infancia, cuando con los de mi pueblo, Foyos, iba a campamentos al azud, donde nace el río Tuéjar, y nos desplazábamos algunas noches a hacer fuegos de campamento a la plaza, espectaculillos que hacíamos precisamente en lo alto de la escalera de acceso al templo parroquial. Era cura del pueblo don José Moreno Just, muy querido en la vecindad, que le tiene dedicada una calle.
Es una iglesia que enamora, necesitada de restauración por dentro, ahora sólo se le ha maquillado por fuera. Consecuencia de aquellos reportajes que escribí, Juan Marco Molines, delegado del Ministerio de Cultura en Valencia, época de UCD, instó expediente para su declaración como Monumento Nacional, lo que supone entre otras cosas, que el templo queda bajo la protección y tutela del Estado, quien tiene que dictar las oportunas instrucciones en materia de su cuidado y preservación. Aquello me valió que Paco Domingo, desde Valencia 2000, me diera el Premio Rey Jaime I de Defensa del Patrimonio Histórico-Artístico, un precioso busto de Nassio Bayarri.
El Estado no, tal vez porque no se le ha pedido o no se le ha insistido bastante, pero sí se ha movido el Ayuntamiento, a cuyo costado ha estado la Diputación Provincial, y el propio pueblo que ha colaborado con donativos particulares. Había que recuperar, además de un templo religioso, un símbolo arquitectónico, y convertirlo, aún más si cabe, en un referente para el turismo cultural no solo del municipio sino de toda la Serranía.
El pueblo eclesiásticamente ha pertenecido hasta no hace muchos años al Arzobispado de Zaragoza, pasando luego al Arzobispado de Valencia. Buena parte de la historia tuejana pasa por este edificio. Los actos más tradicionales del calendario folklórico tienen como telón de fondo nuestra iglesia. Desde el canto de los Mayos, las bendiciones de San Antón, las procesiones patronales o la emblemática Rodá de la Bandera de las Fiestas Gordas.
Quienes han actuado son los especialistas en restauración de la empresa LCC bajo la dirección técnica del gabinete de arquitectura Carmona y de la Torre arquitectos, que trabajó en la restauración de la iglesia de San Nicolás en la capital valenciana.
Construcción del templo
El templo fue construido bajo la dirección del arquitecto turolense, Juan Pérez Castiel, siendo una elaboración original de éste, durante la segunda mitad del siglo XVII. La planta del templo es de cruz latina, con capillas laterales intercomunicadas a lo largo de los tres tramos de la nave principal de la nave principal, tiene las sacristías junto al presbiterio y torre campanario a los pies. Sobre la sacristía vieja, al lado del evangelio, se encuentra el llamado «coro», lugar donde se ubicaba el órgano, desaparecido durante la guerra civil.
Se cubre con bóveda de cañón tabicada con lunetos en la nave principal, y cúpula sobre pechinas y tambor en el crucero.
La fachada es un paramento plano rematado por la cornisa y espadaña, con su campanil, en el centro. La portada, accesible subiendo por una escalinata de piedra, es de piedra caliza y se compone de unas pilastras laterales que soportan un entablamento sobre el que se sitúan pináculos piramidales con bolas y un edículo con frontón curvo con venera en su interior. A la derecha está la esbelta torre, de estilo neoclásico, que consta de tres cuerpos.
En la iglesia también trabajaron el escultor Domingo Cuevas que realizó el retablo, hoy desaparecido, y José Mínguez a quien se atribuye el campanario. La iglesia posee una abundantísima decoración aplicada en yeso de potente volumetría cuyos temas decorativos son característicos de Pérez Castiel.
La iglesia de Tuéjar es uno de los más claros exponentes de la renovación no solo formal, sino de técnicas constructivas, que se produce en la arquitectura valenciana a partir del último tercio del siglo XVII, época en la que se adopta con carácter generalizado la bóveda tabicada para la cubrición de naves, abandonando las bóvedas de crucería y fábricas de tapial.
La restauración
El proyecto planteó la rehabilitación de la fachada y torre campanario de la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles de Tuéjar, en Valencia, a partir de un análisis pormenorizado del estado actual y los antecedentes históricos del edificio. La intervención se realiza con materiales y sistemas constructivos acordes con la tipología de este monumento.
Se limpió y se consolidó el muro de fachada con inyecciones de lechada de cal y posteriormente se aplicó un revoco de cal en las zonas donde el revestimiento se ha desprendido o está muy descohesionado. Se conservan algunas áreas del revestimiento que cuentan con restos de policromías como testigos. Se restituye el reloj de sol situado bajo la espadaña del cual apenas quedan vestigios. El trabajo se completó a nivel cromático con la recuperación, mediante la aplicación de veladuras de pintura al silicato, de un encintado en tonos azul y almagra cuyas trazas compositivas han sido obtenidas en un estudio de Color realizado por la Universidad Politécnica de Valencia.
El logro principal ha sido el alertar sobre el estado actual de esta Iglesia declarada Bien de Interés Cultural y la importancia de actuar en ella para conservar este Patrimonio de la Arquitectura Barroca Valenciana, en avanzado deterioro. Se ha contado con un equipo multidisciplinar de arquitectos y restauradores entre los que se encuentran el Grupo de Color del Instituto de Restauración de Patrimonio de la Universidad Politécnica de Valencia que ha elaborado un informe que analiza la historia y estado actual de la fachada y que saca a la luz la existencia de unos encintados cromáticos en tonos azul y almagra, de los cuales apenas quedan restos y cuya composición geométrica es inédita.
La restauración ha revalorizado el pueblo desde el punto de vista religioso, social, cultural y turístico, valores que los tiene de sobra, y ayudará a atraer más turismo del que recibe por los encantos de sus parajes naturales.
La Conselleria de Cultura acordó delimitar el entorno de protección de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles de Tuéjar, complementar la declaración producida en su día con las demás determinaciones que exige la Ley 4/98, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano y establecer la normativa de protección del mismo en el articulado que a continuación se transcribe.
Obras de arte
Las obras de arte que se conserva son:
Escultura: Cristo Crucificado de transición gótico renacentista 100x90 cms. Del siglo XVI y anónimo.
Pintura: Sagrada Familia de principios del siglo XVIII, anónimo. Santo Tomás de Aquino de mediados del siglo XVIII, de 58x37 cms. Anónimo. Virgen del Pilar, el Lienzo es anónimo como exvoto. San Vicente Ferrer, anónimo, academicista en óleo sobre lienzo de 80x36 cms. de m. Siglo XIX.
Orfebrería: Cáliz transicional desde el gótico hacia el renacimiento del Siglo XVI. Cáliz de fines del siglo XVII, 25x14 cms., de cobre plateado y plata dorada. Cáliz de 25x15 cms., de 1874. Cruz procesional ca. 1650 de 70x63 y macolla de 20x16 cms., del siglo XVII. Lignum Crucis de 44x20 cms y de mediados del siglo XVII en Sacristia. Una naveta de plata de 10x18x10. ca 1772. Una Corona de oro, perlas y plata de finales del siglo XVIII de 40x40 cm. Un candelabro neoclásico de bronce dorado de 1814 y de 72x28x15 cms.