Carmen Jávega. EPDALos temas de actualidad se acumulan, nos desbordan, con noticias realmente terribles, en ciertos momentos vuelven a mi mente retazos de mi niñez y de aquel diario llamado "El Caso", desde el que nos miraban caras criminales y tenebrosas que aun ahora recuerdo con verdadero pavor, lo que no se acumula, ni actualiza, es el "deja vu" que tenemos con el gobierno "en funciones", que no funcionando, sus caras obscuras, repetitivas y meditabundas, casi me recuerdan a aquellas de mi niñez y de aquel diario que se editó hasta el año 1997. Vivimos en un sin vivir, pero lo hacemos ya desde hace tanto tiempo, que yo diría que nos hemos acostumbrado, esto es una vez más lo que ocurría en aquella película titulada "El día de la marmota", en la que todos los días pasaba lo mismo. En este país y por nuestros dirigentes políticos, nadie asume nada, todos se dedican a echarse la culpa unos a otros, pero ninguno se dedica a resolver nuestros problemas, eso sí, en lo que todos coinciden, es que vamos directos al abismo, si el contrario no hace lo que él quiere. Yo siendo cada vez menos política, solo veo en el abismo a los que nos dedicamos a trabajar como energúmenos (eso los que tenemos la suerte de tener trabajo), para que todos estos que no hacen el suyo, cobren sueldos desmesurados, por dedicarse a discutir o no, sobre cosas que a nadie interesan y eso cuando lo hacen, pues hasta debatir parece que les cueste. Que no piense el que pueda leer este texto, que he dejado de creer en los políticos, no lo he hecho, simplemente creo en las personas, que como las manzanas, las tenemos frescas y lozanas o podridas. Sirva para decir desde este breve texto que conozco muchos políticos honrados y trabajadores, pero los que no lo son hacen tanto ruido que están dejando la profesión (o lo que sea) de político bastante defenestrada. En mi casa siempre hemos visto las noticias al mediodía e incluso por la noche, dado que mi padre era más que asiduo al telediario de entonces, cosa que yo heredé y continuo haciendo todos los días, aunque debo confesar que desde hace ya un tiempo me cansan sobre manera, es como si todos los días viéramos una película, donde los actores son siempre los mismos, pero cada día se desdicen de lo que dijeron el anterior, claro está a su conveniencia. Dicen que los políticos son el reflejo del pueblo que los ha sentado en sus sillones, pero perdonen los que puedan leer esto, me niego a pensar que esto señores que nos gobiernan "en funciones" tienen algo que ver con nuestro país. Yo los veo más como estereotipos de alguna serie cómica o incluso de una telenovela. No me reconozco en este artículo de opinión, no sé si son estas fechas que me dejan más que melancólica o que estoy tan cansada, después de un día de no parar, que me ha salido un pesimismo o exceso de realidad que no va para nada con mi naturaleza, así que dejare a los políticos y a todo el atajo de mala gente que inundan las noticias y me centrare más en las luces de Navidad que inundan nuestras calles y que aunque nos hacen sentir mal en muchos momentos recordando a los que ya no están entre nosotros, también nos hacen sentir bien, al verlas reflejadas sobre todo en los ojos de los niños. Mi recomendación para los señores políticos (lo de señores es porque un profesor muy querido por mí de la Facultad de Derecho, me recomendó que siempre llamara señores hasta a los delincuentes, a los que sigo llamando señores delincuentes) que en estos momentos tienen en sus manos la vida de todos los ciudadanos de nuestro país, es que vuelvan la vista atrás y se recuerden de niños, quizá así sean capaces de dialogar con los que consideran contrarios y encontrar soluciones a tanto despropósito. Dicho queda. Felices fiestas a todos.
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