El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha concedido una
subvención de 3.350 euros a cada una de las seis comisiones falleras existentes
en la localidad como compensación por la suspensión del acto de entrega de
premios que tenía lugar durante las fiestas josefinas y que este año no se ha
podido celebrar como consecuencia del Estado de Alarma por el coronavirus.
El
consistorio pretende, de esta forma, contribuir al sostenimiento de la fiesta
fallera con una subvención que recibirán las comisiones locales de las fallas de
l'Harmonia, El Túria, La Unió, La Pau, L'Amistat y falla Constitució. Todas
ellas recibirán los citados 3.350 euros de forma individual con el objetivo de
compensar la anulación de la edición de las fallas de este año.
Además,
cabe destacar que un empresario ha cedido una nave de su propiedad situada en
el polígono industrial de l'Oliveral para que las citadas seis comisiones
falleras puedan almacenar en ellas los monumentos falleros que, derivados de la
citada anulación, no han podido ser expuestos, primeramente, y a continuación
quemados en la conocida Nit de la Cremà.
Paralelamente,
el pleno del Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha aprobado por unanimidad de
todos sus grupos políticos una moción conjunta en la que reclaman un
reconocimiento de la labor de los artistas falleros y de las empresas que se
dedican a este sector al tiempo que han reclamado de las instituciones públicas
una línea de ayudas económicas que ayuden a paliar las dificultades por las que
atraviesa el sector.
La
moción municipal de Riba-roja de Túria está firmada por todos los partidos con
representación en el pleno como el PSPV, el Partido Popular, Ciudadanos,
Compromís, L'Esquerra, Podemos Riba-roja Puede y Vox y en ella se expresan los
problemas que padecen actualmente los trabajadores que viven del sector de las
fallas y que este año, tras muchas décadas, se quedaron sin plantar a causa del
coronavirus.
El
Ayuntamiento de Riba-roja de Túria es el primer municipio valenciano en
adherirse a la sesión que tuvo lugar el pasado 15 de julio en el Parlamento
valenciano en el que se leyó la Declaración Institucional de apoyo al colectivo
de artistas falleros y foguerers de
toda la Comunitat Valenciana. "Este colectivo padece una crisis desde hace más
de 20 años y que con el Covid-19 ha sido más castigado, ya que han cerrado
talleres y han acabado con la mano especializada", se afirma en la moción
aprobada.
Los
partidos firmantes añaden que la crisis del sector se extiende al ámbito local
ya que "tenemos muchas empresas y comercios que es dedican directa o
indirectamente y podrían verse afectados, nuestras fallas podrían ver cada vez
más difícil la contratación de sus monumentos si disminuye el número de
artistas y nuestras tradiciones también podrían sufrir estas consecuencias".
La
moción destaca la importancia de los artistas falleros en la economía circular
ya que sin ellos "no existiría" ya que la misma "repercute en muchas empresas y
comercios producida alrededor de estas creaciones artísticas", sin olvidar que
las fallas están calificadas actualmente como Patrimonio Inmaterial de la
Humanidad, para lo que enfatizan que "debemos cuidar y cultivar el oficio y
todo aquellos que destaca en nuestra cultura propia".
El texto
aprobado por las formaciones políticas afirma que en el ámbito de Riba-roja
"todas nuestras fallas y la Junta Local Fallera junto a la Federación de
Gremios de Artistas Falleros nos han hecho llegar, a través de reuniones de
trabajo, su inquietud y su preocupación por este sector económico y todas sus
reivindicaciones, con lo cual ahora nos reclaman nuestro apoyo".
La
moción reclama a la Generalitat que reconozca el oficio de artista fallero,
solicita de todas las administraciones públicas la articulación urgente de
ayudas, subvenciones y líneas de crédito para evitar el cierre de los talleres
falleros y, por último, se propone la creación de un grupo de trabajo entre
todas las diferentes administraciones para articular acciones que alivien la
resolución de los problemas y las situaciones "de una industria que tiene una
gran repercusión económica".
El
escrito concluye su exposición instando a las administraciones públicas del
Estado, de la Comunitat Valenciana y del ámbito europeo y mundial como el caso
de la Unesco a colaborar de manera activa en las ayudas, de forma que este
Patrimonio Inmaterial de la Humanidad sea protegido con la finalidad de seguir
aportando la cultura y la tradición alrededor del mundo.