Roser Maestro. EPDALa saguntina Roser Maestro es diputada en el Congreso y de cara a estas elecciones ocupa el número dos en la lista de Unidas Podemos por Valencia.
De las aproximadamente 48 iniciativas parlamentarias que me ha dado tiempo a presentar en estos pocos meses, casi la mitad hacen referencia a problemas que tiene Sagunto o la comarca, y que Madrid ha sido incapaz de resolver en décadas. La primera, fue la del tren al Puerto, una infraestructura necesaria que hemos estado exigiendo, pero también he insistido en el Congreso en temas como el patrimonio histórico y el abandono del Castillo de Sagunto, el patrimonio industrial, el soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad, el corredor cantábrico, la oficina de la Seguridad Social en el Puerto o las playas de Almardà entre otras.
Son muchísimos, pero sobre todo porque partimos de cero ya que los diferentes gobiernos centrales de PP o PSOE no han hecho casi nada y los problemas de Sagunto siguen estando ahí, sin que se hayan planteado soluciones. El tren al Puerto, el abandono hacia nuestro patrimonio histórico e industrial, nuestras playas... en general, el olvido sistemático que ha existido sobre esta comarca, muy particularmente en inversión e infraestructuras. Todos estos temas son los que vamos a poner encima de la mesa para exigir soluciones concretas y presupuestadas. Exigiremos proyectos y partidas presupuestarias con nombre y apellidos para dar respuesta a todos nuestros problemas. Y por supuesto todo lo relacionado con el trabajo, que pasa por la derogación de las reformas laborales y la garantía de las pensiones, entre otras muchas cosas.
Es necesario combatir el abandono crónico de nuestra ciudad y de la comarca por parte del Gobierno central. Históricamente, podemos hablar de menosprecio por parte de Madrid hacia el País Valenciano y hacia el Camp de Morvedre. Por eso, es vital que los temas y los problemas de nuestra ciudad estén presentes en el Congreso para poder exigir soluciones. Mi intención es aportar perspectiva de clase y de género, pero también de comarca, llevando estos temas y exigencias al parlamento y obligando a que el futuro gobierno, sea cual sea, los tenga en cuenta en su agenda política. Y por supuesto, en todos aquellos temas autonómicos que nos afectan de manera directa, muy especialmente la financiación autonómica.
Desde luego, la primera aportación clara es una política nítidamente de izquierdas, con perspectiva de género. Lo que supone proteger los derechos laborales, defender las pensiones, acabar con los privilegios de los poderosos, apostar por la justicia social y la democracia, o luchar por un cambio legislativo que defienda a las mujeres de la violencia machista y las desigualdades en todos los ámbitos.
La principal diferencia es que no voy a esconder mis principios de izquierdas, y que no renegaré de mi pertenencia y legado del Partido Comunista de España, aplicando todo nuestro programa, para la clase trabajadora, desde el feminismo y por la República.
Lamentablemente el patriarcado no deja ningún espacio libre, y por tanto, la política es un ejemplo más. Somos las más invisibilizadas, las que nos topamos con los techos de cristal, las criticadas por nuestro aspecto o decisiones... es decir, la reproducción de las mismas situaciones machistas de siempre. Pero también las más incansables, que hemos tomado conciencia y no vamos a dar ni un paso atrás en nuestros derechos y logros; y advirtiendo que esto acaba de empezar.
Sobre todo la inmediatez, ya que en el ámbito local es mucho más sencillo ejecutar las pequeñas cosas, pero sin lugar a dudas, para acudir a la raíz de los problemas de la ciudadanía, es vital participar en política estatal, con cuestiones como la derogación de las reformas laborales, la derogación de la "Ley Mordaza", o un presupuesto real y efectivo de la Ley de Violencia de Género. Sólo por ejemplificar.
