Los agricultores de Sagunto ya han empezado a optar por cultivos alternativos que sustituyan a los tradicionales campos de cítricos.
De hecho, ya se están dedicando campos a la plantación de aguacates, caquis y granadas, con el fin de contar con un mercado alternativo al tradicional monocultivo de naranjas.
Así lo aseguraba el presidente de ASCOSA-AVA Sagunto, Francisco Campillo, quien daba la voz de alarma ante la gran cantidad de campos abandonados. Concretamente, en los últimos diez o doce años se ha producido una disminución en la cantidad de hanegadas cultivadas, que se han cifrado en un 35% de tierras abandonadas, afirmaba Campillo. De hecho, "de 38.000 hanegadas se ha pasado a las 20.000 actuales". Sin embargo, esta reducción no solamente se refiere a las tierras en desuso, sino a la realización de PAI's y carreteras", apuntaba.
Sin embargo, si la situación es seria en Sagunto, lo es aún más en otros municipio de la comarca del Camp de Morvedre. "Es el caso de Albalat dels Tarongers, donde el abandono es bastante superior que el registrado en el municipio de Sagunto.
Concretamente, "aquí la cantidad de tierras abandonadas supera el 60%", manifestaba Campillo, que en su opinión "los políticos se están equivocando porque la agricultura debería ser el colchón con el que se hiciera frente a la actual crisis, como ya sucedió en la crisis padecida en los años 80", afirmaba el presidente de ASCOSA-AVA Sagunto.
Pero en esta ocasión, la situación es diferente. "Los agricultores no pueden sobrevivir, porque la coyuntura es desesperant. De hecho, muchos agricultores se han visto obligados a vender su cosecha de naranjas a un precio inferior al coste, por lo que no se puede soportar la presión. Ocurre esto o que directamente las naranjas se dejan en el árbol, porque esto sale más rentable. En definitiva, la campaña de la naranja ha sido desastrosa, auque algunos agricultores la han paliado con la cosecha de mandarinas y clementinas que no ha resultado tan mala", concluía.