Reiniciamos curso polÃtico con un
importante tema sobre la mesa. ¿Elección de alcalde directa o indiÂrecta?
La preocupación de cómo fortaleÂcer la
democracia en el ámbito local, y por tanto, dar más importancia a lo que
deciden los ciudadanos es una de nuestras premisas. Es momento de avanzar y
para eso necesitamos el diálogo con todos los grupos polÃÂticos.
Desde el Partido Popular apostaÂmos por
la regeneración democrática que tiene como premisas abrir las instituciones a
la sociedad, fomentar su presencia en la vida pública y enriÂquecer el debate
polÃtico.
La propuesta de elección directa de los
alcaldes que ha puesto sobre la mesa el Partido Popular está basada en el
sentido común y en el respeto a la decisión de los ciudadanos expreÂsada en las
urnas. Es una medida que avanza en generar más credibilidad en las
instituciones.
Nosotros cumplimos con nuestro programa
electoral llevando a negoÂciación con todos los partidos polÃtiÂcos la reforma
de los sistemas de la elección municipal. Creemos que deÂben ajustarse los
modelos electorales a la voluntad ciudadana y quiero reÂcordar que la mayorÃa
de los partidos han llevado en sus programas que los alcaldes los elijan el
pueblo directaÂmente.
La idea es muy sencilla, mientras
nosotros queremos que gobierne el que gane, es decir, "juego limpio", otros
pretenden que mande el que pierda, lo que viene siendo "juego sucio". De esta
forma no es razonable ni de sentido común la posÂtura del Partido SociaÂlista.
Ahora no están dispuestos a hablar y prefieren que gobiernen los elegidos en
los despachos después de las elecÂciones, en vez de respetar la voluntad
ciudadana.
Rechazar la elección directa de alcaldes
o la reducción de diputados demuestra que las proclamas de regeÂneración de la
izquierda son una farÂsa. Se les llena la boca continuamenÂte con palabras como
democracia o participación y resulta que cuando se ponen sobre la mesa
propuestas en ese sentido las critican y las rechazan hasta el extremo de ni
siquiera querer sentarse a hablar.
La izquierda es especialista en deÂcir
una cosa y hacer la contraria. Los mismos que hablan de primarias para sus
partidos se niegan a que los ciuÂdadanos puedan elegir directamente a sus
alcaldes o a una parte de los diputados. Prefieren dedicarse a la pataleta
continua antes que sentarse a hablar de reformas profundas con las que salgan
beneficiados los ciuÂdadanos.
La negativa de los partidos en la oposición a la elección directa
de alÂcaldes es un claro atentado a la deÂmocracia en nuestro paÃs. Esta es una
actitud de salir con mentalidad de perdedor. No deberÃan de "tener miedo" al
dialogo y la negociación. Es un gran ejercicio de democracia.