Valoración de los candidatos, a falta de conocer el de Vox. ANDRÉS GARCÍASondeo SyM Consulting para El Periódico de Aquí. Las sensaciones que deja este apartado de la encuesta cuadran bastante con la impresión que se tenía sin tener los datos en la mano. A María José Catalá le conocen mucho más ciudadanos que a ningun otro miembro del gobierno municipal.
El famoso efecto gobernar no se acaba de plasmar en el resultado de ese apartado de conocimiento pero sí en la valoración. Y en ese área, la socialista Sandra Gómez se impone a su socio y alcalde, Joan Ribó. La candidata del PSPV-PSOE tiene una nota de 5'32, una considerable cifra teniendo en cuenta que no es habitual pasar del 6 en esta clase de consideraciones.
Por su parte, la candidata del Partido Popular, María José Catalá, no llega al aprobado en ese área, y se queda en un 4'52, mientras que Ribó sí pasa del aprobado y se queda con un 5'14.
La cabeza visible de Podem en Valéncia, María Oliver se conforma con un 4'26, mientras que al líder de Ciudadanos se le pone un 4'36. Es decir, la oposición y el socio minoritario del tripartito, suspenden y los máximos exponentes de Compromís y del PSOE pasan el corte.
Eso sí, a Giner le conocen bastante más que a Oliver. De hecho, tiene más grado de conocimiento que el propio Ribó, eso al menos dice la encuesta.
Con esos datos en la mano, se podría decir que Pablo Casado e Isabel Bonig acertaron con esa designación a dedo de Catalá, tras haberse descartado a Esteban González Pons y a un independiente. Catalá es más conocida entre los jóvenes y poco entre las personas de más de 65 años.
Por lo que hace referencia a Gómez, también se puede decir que no fallaron. Ni su partido, ni los que le apoyaron en las primarias, Atrás queda aquello que se le colgaba como un defecto, su juventud. Porque ha demostrado su capacidad para hacer equipo, crear ilusión entre sus filas y ponerse en la mejor posición para mejorar los resultados de 2015. Tampoco era muy difícil. La portavoz es más conocida entre las mujeres.
Quien parece peor parada es Oliver, quizá por la falta de visibilidad en ese tripartito, y posiblemente, por los líos internos de València en Comú, y que acabaron con la marcha de Jordi Peris, que hace unas semanas reaparecía en política, en las primarias de Compromís, y por expreso deseo de Ribó.
Respecto al alcalde, los resultados se pueden considerar como positivos. Le conocen y lo aprueban. Sin duda, su forma de gobernar, donde la polémica recae sobre su concejal Grezzi, habrá impedido un desgaste mayor en ese sentido.
