Una
de las sagas de pelÃculas de terror que más me gusta es Saw. En
algunas de sus pelÃculas los seres humanos mueren según su estándar
de vida. No puede haber nada más metido en el ADN humano que el
fenómeno de la muerte y la trascendencia a la muerte. Y algo muy
religioso es morir según se vivió o encontrar después de la muerte
el premio o el castigo a un tipo de vida.
Estos
dÃas se celebra en Paris la Cumbre del Clima donde los amos del
mundo deciden si lo destruyen o no. La cumbre será más noticia por
los incidentes que por los resultados. DecÃa el eterno presidente
Múgica en Salvados que se planteaba si la especie humana habÃa
llegado a su cenit, su punto final de desarrollo como especie. La
especie animal humana constituÃa una colonia de tres mil millones de
miembros en el año 1960. Actualmente vamos camino de ser siete mil
quinientos millones. En términos cientÃficos podrÃamos
considerarnos una plaga.
En
campaña electoral todos los partidos se han mostrado más o menos
desarrollistas. Dicen que en Cuba no hay libertad de opinión porque
alguien no puede mostrarse partidario de teorÃas de mercado. Ninguna
de las propuestas polÃticas de estas elecciones se sale del
desarrollismo de mercado. Las alternativas son implanteables en la
agenda mediática. El desarrollismo de mercado es un dogma
incontrovertible de la nueva religión económica que consiste en
decir que el PIB debe crecer constantemente para considerar que
existe progreso económico. En España además existe el dogma de
crecer por encima del 3% para crear empleo. Nadie plantea que el PIB
(producción interna de bienes y servicios de un paÃs) no crezca.
Tampoco se plantea medir la riqueza de un paÃs con otro indicador
que no sea el PIB. Todos cantan una canción en clave de sol. No
cantan la misma canción pero escrita con la misma clave.
Ya
no son los cientÃficos, cada dÃa en las noticias nos podemos
apercibir de que el planeta se defiende de la especie humana. No hay
desarrollo del PIB global compatible con el planeta. Ya no existe el
desarrollo sostenible. Solamente existe encontrar la mejor manera de
decrecer en términos de PIB. Lo contrario es escribir el guión de
Saw 10; donde sus protagonistas mueren ahorcados mientras usan de
contrapeso sus móviles, sus televisores, su ropa, sus coches. Y
cuántas más cosas echan más distancia del suelo cogen sus pies
antes de morir.