Este lunes el escenario será
totalmente distinto. Las corbatas ceden su espacio para los pañuelos y las
camisas a las camisetas. Los actos culturales, religiosos y profanos dejan paso
al festejo rey por excelencia: las entradas de toros y caballos. Y la calle de
Colón se volverá a llenar de público para presenciar el primer encierro de uno
de los festejos más internacionales y populares de la Comunidad Valenciana.