Un total de 43 años. Éste es el tiempo que Jesús Gor,
este reconocido hostelero de la comarca, lleva dedicándole al mundo de la
gastronomÃa. Todo comenzó cuando tan sólo tenÃa 12 años y junto a la casa de
sus padres, en la Vall
d'Uixò, abrieron un resÂtaurante. Sentado desde una silla observaba el pequeño
Jesús el amor que los dueños del local ponÃan al realizar su trabajo.
En aquél
momento se forjó el rumbo que seguirÃa su vida hasta el dÃa de hoy. Al salir
del colegio por las mañaÂnas, Jesusito, que asà le llaÂmaban en el barrio,
comenzó a trabajar con sus vecinos. A dÃa de hoy aún continúa haÂciéndolo, al
mando del conoÂcido Restaurante Mar Balu de Jesús Gor, en la orilla de la playa
de Canet d'En BerenÂguer.
Su destino quiso que el amor lo uniera a una mujer
cuyos padres también regenÂtaban un restaurante. Local que con el tiempo, y antes
de dirigir el actual, también supo manejar y llevar hasta lo más alto.
Y es que, como él mismo ha relatado a EPDA "la
hostelerÃa es una de las razones por las que vivo. Con ella he crecido, he
aprendido, he querido…". Cuando preguntamos a Gor cómo definirÃa este mundo,
Jesús lo tiene claro: "la faena en el mundo de la hostelerÃa se asemeja a las
faenas de los toreros. Hay que cuidar el toro (y los platos y los clienÂtes)
desde que sale hasta que se van".
Jesús ha reconocido que "40 veces que naciera, 40 veÂces
elegirÃa ser lo que soy" ya que la gastronomÃa, a pesar de haberme dado también
alguna que otra pena, me ha dado en la vida mucha aleÂgrÃa, muchas lecciones,
muÂcha felicidad y satisfacción".
El secreto, relata a EPDA, es "que la gente crea en
ti, y luego asà pueda creer en tu trabajo. Esto es lo que he inÂtentado siempre
y me siento muy orgulloso de formar parÂte, junto a un gran equipo, de la
leyenda que supone este restaurante en la comarca y de intentar hacer cada dÃa
un trabajo perfecto".
Al final, Jesús hizo bien en abandonar su segunda
vocaÂción, la de estudiar derecho y ser abogado, y decantarse por deleitar a
los amantes de la buena cocina con su trabajo, que ubicado en un lugar máÂgico,
lo convierten en la comÂbinación perfecta para los paÂladares más exquisitos de
la Comunitat.
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