Ha terminado Quién quiere casarse con mi hijo en Cuatro, programa revelación que ya tiene garantizada su continuidad dado el éxito de un espacio protagonizado por suegras y madres castradoras, niñatos de gimnasio y gais en celo. Pura testosterona. Los personajes seleccionados han provocado las quejas del mismísimo Consejo Audiovisual Catalán, que ha denunciado el sexismo y mil y un estereotipos mostrados por los concursantes. Sin embargo, no hay denuncia que valga: nos guste más o menos los personajes son tan reales como la vida misma y representan a una parte de la juventud actual.
Dos musculitos, con masa cerebral inversamente proporcional a la muscular, dos auténticos gilipollas, machistas, engreídos e insoportables, calcados a sus madres en imbelicidad supina, han elegido a dos niñas, por supuesto a las que previamente les habían dado su bendición sus santísimas progenitoras. De tal palo tal astilla.
Los hijos de Toya y Pilar, un abogado e informático, mayor y joven virgen, pero que tienen en común ser feos a rabiar y una dependencia de sus madres castradoras, se fueron del programa como llegaron: compuestos y sin novia, pero encantados de retomar su relación de madre e hijo sin cámaras.
Mención aparte merecen los gais, con Luis Ángel quedando como un cornudo delante de toda España ante la traición de dos de sus pretendientes a los que llevó a París para conocer mejor, pero que acabaron en la cama, una traición que supo la madre la misma tarde en que su hijo empresario había elegido a su media naranja, que resultó estar podrida, la muy zorra. La naranja, no la madre. Finalmente, Luis Ángel quiso darle una lección a Juan Carlos, la mosquita muerta que se la pegó a la primera noche de cambio con Cristofer, una flor asilvestrada muy ligera de cascos, al pedirle una oportunidad a Mohammed. ¿Son todos lo gais unos promiscuos? Pues no, pero tampoco hay que dramatizar porque Cristofer y Juan Carlos se lo hayan montado ante las cámaras.
El culebrón de Quién quiere casarse con mi hijo terminó este lunes y se ha convertido en el programa revelación de Cuatro. Sexo. Músculos. Tetas. Traiciones. Madres. Stripteases. Suegras. Toya. Gais. Machismo. Y mucho puterío. Ahí están los ingredientes del éxito. Dime cómo es tu madre y te diré cómo es tu hijo.