Cuando comenzó el confinamiento al decretarse el estado de alerta, el párroco de la iglesia de La Asunción de la localidad valenciana de Torrent, Salvador Jesús CorbÃ, decidió seguir cerca de sus feligreses oficiando la misa por internet aunque admite que "se hace duro no ver a nadie en una celebración".
CorbÃ, que lleva seis meses como párroco en esa iglesia, ha explicado a Efe que no dudó en celebrar la misa a través de un canal de YouTube para seguir llegando a sus feligreses, aunque confiesa que el primer dÃa que comenzó la eucaristÃa con el templo vacÃo resultó una experiencia complicada porque "es duro comenzar una celebración y no encontrarse a nadie".
Este párroco, que ya habÃa ganado popularidad porque la cadena autonómica de televisión À Punt retransmitÃa su eucaristÃa, ha explicado que a la misa parroquial que celebraba cada domingo a las 11.30 horas acudÃan muchas familias y también gente joven, "asà que, ya que no se puede venir fÃsicamente -añade-, hemos procurado que a través del canal YouTube se cree ese ambiente de parroquia".
Muchos de sus feligreses le envÃan fotos de "cómo están reunidos durante la celebración 'on line'" y él, cada dÃa, llama a alguno de sus feligreses "para estar en contacto permanente con ellos" a pesar de la situación excepcional que ha provocado el confinamiento.
"Cuando celebro la eucaristÃa no me entero ni de los focos ni de si hay técnicos, pero lo que sà cambia es la disposición que tengo", señala, pues hay que ser consciente de que la gente no está delante: "Te miran a través de la pantalla desde sus casas o desde los hospitales".
En su opinión, este tiempo de confinamiento "no ha de pasar como si no pasara nada", sino que "tenemos que experimentar que está ocurriendo algo grave y, cuando todo esto acabe, nos tiene que hacer pensar que nos ha marcado y que somos vulnerables, que somos frágiles y no todopoderosos".
Según cuenta este párroco valenciano, durante la Semana Santa oficiará las misas habituales de esta celebración religiosa, pero también en versión virtual, sin las habituales procesiones ni celebraciones públicas propias de esta festividad, impedidas por el estado de alarma.