Diego Nevado, de Sedaví. EPDADiego Nevado es un joven vecino de Sedaví que lleva dos años en lucha para "que se haga justicia y se limpie mi nombre", tras iniciar un cruce de denuncias contra la Organización Impulsora de Discapacitados (OID) para la que trabajó durante varios meses. "El trato que me daban no era el adecuado; estaba sin contrato, no eran legales", asegura el joven a este periódico.
La primera denuncia fue para exigir que le pagaran unos 1.500 euros que le adeudaban por su trabajo vendiendo boletos de lotería. "No aparecen a los actos de conciliación y toca esperar a los juicios", continúa. Fue a principios de este año, según el relato de Diego, cuando "la hija de la delegada de la OID en Valencia y el marido de la misma fueron al Centro de Salud donde yo vendía lotería y me insultaron y amenazaron. Yo llamé a la Policía y ellos, encima me denunciaron y yo a ellos. Al final ellos tuvieron que pagar al Juzgado 240 euros". También tiene en marcha una denuncia por injurias en redes sociales "en Facebook me llaman de todo y quiero que se haga justicia y se limpie mi nombre". El acto de conciliación de este caso fue el pasado 23 de septiembre pero el denunciado, el delegado de la OID en Talavera de la Reina, tampoco apareció así que ahora "toca esperar al juicio", lamenta el joven de Sedaví.
Diego Nevado vende ahora Lotería Nacional frente al Centro de Salud de Sedaví para "ganarme la vida. Yo no quiero problemas con nadie pero sí que se haga justicia. Yo me porté muy bien con la OID, confiaba en ellos y daba la cara por ellos pero, lejos de agradecérmelo, me insultan", concluye.
