La inmigración es un fenómeno cuyo auge en España coincidió con el de la construcción y que, tras el hundimiento de ésta, ha obligado a muchos extranjeros a volver a sus paÃses de origen. Es lo que le ha sucedido a Udrea Cristinel, un rumano que ha trabajado en la comarca del Camp de Morvedre en el año 2008 y que, por la crisis, tuvo que regresar a RumanÃa, muy a su pesar. Porque la situación de su paÃs, pese a la entrada en la Unión Europea, es tan dramática, tanto económica como polÃticamente, que Cristinel añora su vida en España. Por eso, ha movido cielo y tierra por conseguir un trabajo en la comarca del Camp de Morvedre, hasta la fecha sin éxito.
Hasta 1.000 cartas ha enviado a empresarios, alcaldes e instituciones valencianas, pero hasta ahora no ha tenido suerte.
Cristinel sólo pide trabajo. ''La residencia la buscarÃa yo'', señala desde RumanÃa a EPDA, después de ponerse en contacto incluso a la embajada de RumanÃa en España y recibir como respuesta que no tiene competencias en empleo aquÃ.
''Yo creo que vivir donde sea, pero en España. Para mà serÃa un privilegio, un sueño, trabajar y vivir en la Comunidad Valenciana. Si pudiera ser en el Camp de Morvedre, o alrededores, mejor, porque allà me he sentido muy bien y me he acostumbrado a la zona'', continúa relatando.
Este ciudadano rumano comprende la situación de crisis que atraviesa el mundo, y en especial España, pero nada comparado con la situación de RumanÃa, donde reina la corrupción y el ''capitalismo salvaje'', con ''mucha malversación de dinero público y muchas diferencias entre ciudadanos, donde unos pocos tienen mucho y la mayorÃa viven en la mayor de las pobrezas''
Este ciudadano ha ocupado varios puestos de trabajo: como cerrajero y mecánico desde 1988 hasta 1996, como policÃa local desde 1997 hasta 2005, como ''guardia público'' desde 1997 hasta 2005 y como policÃa local de 2005 a 2007 en Craoiova, su localidad natal. Como trabajador a sueldo del Estado ha ganado 250 euros al mes, cantidad insuficiente para vivir si se tiene en cuenta los precios de productos como la gasolina (1'10 euros/litro), aceite de girasol (1'5-2 euros/litro), pollo (2 euros/kilo) y zapatos (25 euros).
Otra razón por la que no quiere vivir en su paÃs es por la delincuencia, que es muy alta. ''Cada dÃa es un dÃa de sufrimientos y humillaciones para los ciudadanos trabajadores y honestos'', relata.
''No quiero oÃr hablar del Estado rumano, pues nos ha tratado sólo con desprecio y escarnio. Lo que significa como paÃs RumanÃa, en cuanto a historia, costumbres, cultura, tradiciones y espiritualidad, es algo muy especial y las llevo en mi corazón. Pero desde el año 2009 me siento aquà como un hombre en el exilio, desterrado en su propio paÃs', prosigue.
Unión histórica
Udrea Cristinel recuerda el pasado histórico que une a España y RumanÃa, de ahà que incluso las lenguas sean similares. ''Tenemos el mismo origen latino, desde que el emperador Trajano conquistara Dacia, territorio actual de RumanÃa, pues España también dependió del imperio romano durante mucho tiempo'', señala.
Por estas razones, quiere vivir en España. Y su curriculum, aparte del laboral, destaca por su honradez: ''Le aseguro de nuevo que soy un hombre responsable y honesto que quiere trabajar de corazón en España'', concluye.
Su teléfono, por si alguien puede ayudarlo, es 0040726433496.