Un transportista valenciano, Paco Boscá, ha lamentado las perspectivas negativas que afronta a partir de esta semana, con solo un viaje previsto y ninguno más a la vista para hacer reparto de recipientes para paellas, cuando los negocios de venta a los que se destinan están cerrados.
La primera semana del estado de alarma ha trabajado "bien" a pesar de los inconvenientes que ha supuesto para los transportistas el cierre de las instalaciones de aseo de las estaciones de servicio.
"Desde Valencia hasta Madrid todas estaban cerradas, las estaciones solo vendían pan y café", ha explicado a EFE.
Pero para la segunda semana con el estado de alarma en vigor únicamente tiene un viaje previsto, a Alicante, y después, se pregunta, "¿dónde vas a ir con todo el comercio cerrado?".
Las expectativas de este transportista son un ejemplo de la situación de un sector que, a pesar de que no ha sufrido las restricciones de circulación por el decreto del Gobierno, también atraviesa por un mal momento económico.
"Estos días he ido a almacenes pero ese trabajo es presencial y cerrarán. Estamos en un ay", ha asegurado, para añadir que los fabricantes también tendrán que dejar de producir si no dan salida a los productos.
Como autónomo, apela a las medidas del Gobierno para aplazar los pagos pero se muestra desconfiado al asegurar que "del dicho al hecho, hay un trecho" y una pequeña empresa necesita medidas contundentes que vayan más allá de la duración de la crisis del coronavirus y se puedan aplazar los pagos también cuando pase la actual situación.
La atención en ruta y falta de protección, preocupaciones de transportistas
La atención que reciben durante la ruta, con la imposibilidad, en algunos casos, de utilizar los aseos o adquirir alimentos, y la falta de medidas de protección frente al coronavirus, son las principales preocupaciones de los transportistas en estos momentos.
Así lo ha asegurado a EFE el director de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte (FVET), Carlos García, quien ha destacado el descenso de la actividad por la caída del consumo y de la producción industrial, mientras que la distribución alimentaria ha vuelto "a niveles más normalizados".
Según ha señalado a EFE, uno de los principales problemas con los que se encuentran los transportistas en estos momentos es que en algunos lugares, durante la ruta o en los puntos de carga y descarga, se les prohíbe el acceso a los aseos o no pueden tomarse ni un bocadillo.
En este sentido, ha reclamado "sensibilidad" a estos establecimientos para que los transportistas puedan desarrollar su trabajo con normalidad, y ha agradecido la disposición de la Administración autonómica para actuar en los casos en se produzca algún problema de este tipo.
Otra de las preocupaciones de este colectivo, según García, es la falta de material de protección individual, una falta que comprende, pues en estos momentos no hay material ni para el sistema sanitario, mucho menos lo va a haber para el sector del transporte.
No obstante, ha señalado que se trata de una cuestión que genera mucho nerviosismo entre los conductores, pues en algunos lugares de carga y descarga se exigen esas medidas de protección, y además, este colectivo interactúa con mucha gente.
Según García, esta crisis ha agudizado también otro problema que ya existía, como es el de si los conductores deben hacerse cargo de la carga y descarga del material. A su juicio, no deberían hacerlo nunca, pero ahora mucho menos.
El director de FVET ha valorado la disposición del conseller de Economía, Rafa Climent, con quien este lunes mantuvo una reunión telemática, para actuar en los casos en se produzcan problemas de atención a los conductores y para atender las preocupaciones del sector.
Sobre la actividad del transporte, ha asegurado que ésta ha ido a menos, sobre todo en el ámbito industrial, debido al parón de algunas industrias, como la automovilística, o al descenso de la distribución textil.
También han bajado las exportaciones de productos industriales, ya que la circulación por Europa se ha complicado, así como la distribución urbana, pues algunas cadenas han eliminado sus servicios de reparto a domicilio, según ha indicado Carlos García.
Por contra, la distribución alimentaria ha vuelto a niveles más normalizados, tras los problemas puntuales registrados la semana pasada debido a la compra compulsiva de alimentos por parte de algunos ciudadanos, e incluso se mantienen las exportaciones, especialmente de mercancías perecederas, como frutas o verduras.
Un camionero sube a su camión durante una entrega en el polígono industrial Fuente del Jarro de Paterna (València), siendo los transportistas parte de uno de los sectores imprescindibles para el funcionamiento del país. EFE-Biel Aliño
Varios camiones entran en el puerto de València con mercancías, en una imagen de esta semana. EFE-Manuel Bruque
