Un momento del juicio en la Audiencia Nacional del caso Gürtel, en el que se juzga al expresidente valenciano Francisco Camps por la adjudicación a la empresa de la trama Orange Market, del expositor valenciano en la feria Fitur de 2009. EFE-Archivo
Una antigua empleada de la Ciudad de las Artes y las Ciencias ha revelado este jueves en el juicio al expresident de la Generalitat Francisco Camps que, al estallar el caso Gürtel en 2009, el entonces director general de la sociedad pública le pidió "destruir" todos sus correos electrónicos, pero ella se negó.
Esta sociedad valenciana intervino en el montaje de un expositor de la feria de turismo Fitur de 2009, cuya adjudicación a la empresa Orange Market está bajo sospecha de la Fiscalía y constituye la base de la acusación que dirige contra Camps en la Audiencia Nacional.
El tribunal que juzga a Camps y a más de una veintena de personas por esta y otras adjudicaciones ha escuchado este jueves el testimonio de dos antiguas empleadas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA), una de las cuales ha revelado que cuando estalló el caso Gürtel su "director" le dijo que destruyese todos sus correos, pero ella hizo "caso omiso". Desde principios de 2005 hasta diciembre de 2009 el director general de CACSA fue Jorge Vela, que fue absuelto del caso Nóos.
Esta testigo y su entonces superior han apuntado a que una de las acusadas, la ex directora general de Promoción Institucional de la Generalitat Dora Ibars, les comunicó que aquel año Orange Market se encargaría del montaje de ese expositor.
Ambas tuvieron la "sensación" de que "evidentemente estaba todo cerrado"; es más, una de ellas ha señalado que "venía desde arriba", y ha dicho desconocer si Ibars recibió instrucciones para contratar con la trama Gürtel.
Otra de las testigos de esta jornada ha sido la exconsellera Paula Sánchez de León, que en la época de los hechos era secretaria autonómica de comunicación y trabajaba con Ibars, cuya profesionalidad ha defendido, al tiempo que ha enmarcado la contratación de Orange Market para hacer una Guía de la Comunicación como "una empresa más de Valencia".
Las declaraciones por videoconferencia de los testigos desde los juzgados valencianos ha vuelto a ser objeto de polémica cuando la defensa de Camps, al tratar de cuestionar la versión de una de las exempleadas de CACSA, ha revelado que un acusado, el exvicesecretario de organización del PP valenciano David Serra, habló con una de las testigos que declaró ayer.
El letrado ha preguntado a la exdirectora comercial de CACSA si ayer, mientras esperaba su turno de declaración en la sala habilitada, manifestó que "el amiguito del alma" (en referencia a Camps) "se va a enterar"; "a mi me hundieron en un ERE y me han hecho mucho daño".
Un comentario que ha generado sorpresa en el tribunal, que enseguida ha declarado improcedente la pregunta y ha cuestionado de dónde había sacado esa información. El letrado ha relatado que provenía de David Serra, acusado y a la vez abogado de la defensa, que le indicó que una testigo se lo había dicho la tarde del miércoles.
Esta circunstancia ha provocado que la Fiscalía haya pedido aclarar las circunstancias en las que esperan los testigos dado que estos no pueden hablar entre sí "porque entonces la prueba testifical adolece de determinados defectos sustanciales".
"No se podía ni sospechar que un acusado, el señor Serra, comunique por la tarde con una de las testigos", ha indicado la fiscal, mientras que la abogada de la acusación popular ha preguntado: "¿Entonces los abogados de la defensa hablan con los testigos?".
El tribunal ha asegurado que en los juzgados de Valencia se respetan todas las garantías para que los testigos presten declaración y ha explicado que los testimonios serán sometidos a apreciación de la Sala según la jurisprudencia del Tribunal Supremo.
